Los tambores Batá forman parte de la identidad cultural cubana. Foto: onlinetours.es
“Espero que algún día la Unesco, como mismo
hizo con la rumba, declare a los Tambores
Batá cubanos, Patrimonio de la Humanidad”; dijo el etnólogo y poeta Miguel Barnet, presidente de la
Fundación Fernando Ortiz, en su intervención en el X Coloquio Timbalaye lleva Batá, que tuvo en el Hurón Azul, de
la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, con la presencia de Alpidio Alonso,
ministro de Cultura, y de Luis Morlote, presidente de esa institución.
En la cita, efectuada el pasado jueves, se
debatió sobre el papel de los Tambores
Batá como esencia de identidad
cultural; espacio que aprovechó el autor de Biografía de un cimarrón para
presentar la convocatoria a fin de declararlos Patrimonio Cultural de la
Nación. En ese sentido recordó que son instrumentos que se tocan en toda la
Isla, a la cual llegaron a través de la mente de los nigerianos que fueron
arrancados de su tierra, y que no pudieron traerlos en los barcos negreros,
pero sí confeccionarlos aquí. “Son tan
cubanos como nuestras palmas”, afirmó.
Igualmente, el destacado intelectual resaltó la
cubanía que entrañan el Iyá, el Itótele y el Okónkolo, y el misterio que
guardan más allá de la música, ejemplo de resistencia y cultura que se ha
conservado por siglos en las comunidades. Es por eso que el pueblo, de
generación en generación, les ha dado vida: en eventos de la religión yoruba y
como instrumentos musicales en las diferentes agrupaciones de la música cubana.
El encuentro fue propicio para que Ulises Mora,
presidente de Timbalaye Promotor Internacional de la Cultura Cubana, proyecto
que organiza el evento, junto al Ministerio de Cultura, la Uneac, y el Consejo
Nacional de Casas de Cultura, anunciara la celebración de la XV edición
del Festival Internacional Timbalaye La Ruta de la Rumba 2023, del 20 de agosto
al 1ro. de septiembre, en todo el país.
amss/Tomado
de Granma
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