Texto y fotos: Yanirys Vicente Legrá
La Casa
de Altos de Estudios más antigua de Cuba
celebra este jueves un aniversario más de
su fundación.
Única en nuestro país por más de 200 años y formadora
de profesionales durante casi tres siglos, varios son los valores patrimoniales
de esta universidad que se terminó de construir en 1940.
Al respecto, Claudia Felipe Torres, doctora en
Gestión y Conservación del Patrimonio, comentó en una entrevista concedida al diario
Granma, que la triada de la Universidad es el Alma Mater, la Escalinata y el edificio del Rectorado; y que la famosa
escultura existió antes que La Escalinata, esta última construida en menos de
tres meses y que es un anfiteatro natural.
La colina
universitaria, a juicio de la doctora Felipe Torres, posee espacios muy poderosos
en su interior que se conjugan con otros muy amables para la vida cotidiana. Una
de sus áreas más transitadas es la Plaza Agramonte; pero también acoge pequeños
sitios a cielo abierto como los parques Hugo Chávez, Martí, Lídice y de Los Ilustres.
Insoslayable resulta la escultura del Alma Mater, que todos vemos alzarse imponente
cuando transitamos por la calle San Lázaro rumbo al Vedado. Es una de las más famosas
del mundo; pertenece a Mario Korbel, un checo nacionalizado estadounidense. La estatua
descansa sobre un pedestal de piedra, escoltada por seis mujeres de estilo griego
que simbolizan las diversas disciplinas académicas.
Otro de los lugares distintivos es el Aula Magna, primer edificio de la universidad,
el cual se terminó de construir en octubre de 1911. El primer solemne acto que acogió
fue para develar el monumento sepulcral que guarda los restos de Félix Varela.
Pero sus valores históricos superan a los relacionados
con su majestuosidad. Resaltan, entre otros, la fundación de la Federación Estudiantil Universitaria, el pronunciamiento de los discursos de
José Antonio Echeverría, el descenso por su amplia y ancha escalinata
de la generación del centenario en su histórica Marcha de las antorchas y la valentía demostrada
por sus estudiantes en la lucha contra los gobiernos títeres que respondías a los
intereses de Estados Unidos.
En sus facultades se formaron precursores de la
nacionalidad cubana; tales como Carlos Manuel de Céspedes, Antonio Bachiller y Morales, Felipe Poey, Francisco de Arango y Parreño, Tomás Romay
y el padre José Agustín Caballero.
Esta
es la universidad donde estudió el joven Fidel Castro, quien sobre su paso
por esta casa de altos estudios diría: “Fue un privilegio ingresar en esta universidad
también, sin duda, porque aquí aprendí mucho; y porque aquí aprendí quizás las mejores
cosas de mi vida; porque aquí descubrí las mejores ideas de nuestra época y de nuestros
tiempos; porque aquí me hice revolucionario; porque aquí me hice martiano y porque
aquí me hice socialista”.
En la Universidad
de La Habana se gestó el gran movimiento de la reforma universitaria que, hacia
1923, tuvo su mayor esplendor con un líder como Julio Antonio Mella.
Tras el triunfo de la Revolución, la Universidad de La Habana se suma a la construcción
de un nuevo país en el que se le concede a la educación un rol fundamental.
Actualmente tiene 19 facultades y tres centros
de estudios e investigación; y está vinculada al mundo científico y empresarial
a través de proyectos que aportan al desarrollo nacional en diversos ámbitos, con
un importante impacto social.
Más de 800 doctores integran su claustro docente
y comprende tres centros de estudios e investigación; mantiene alrededor 700 convenios
de colaboración con unos 80 países; pertenece a las organizaciones latinoamericanas
y europeas afines; y se ubica en el lugar 467 entre las 500 mejores del mundo.
Celebremos este jueves, con orgullo, el 295 aniversario de universidad más antigua de
Cuba.
amss
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