Las vacunas cubanas han demostrado ser efectivas contra la variante Ómicron, la más infecciosa de esa enfermedad conocida hasta el momento. Foto: Leandro Pérez
A más de un año de iniciada la vacunación masiva anti Covid-19 en nuestro
país, las vacunas cubanas contra la
pandemia siguen demostrando ser seguras, efectivas y capaces de controlar la
epidemia, incluso frente a las nuevas variantes altamente contagiosas del virus
que han aparecido en el mundo.
Muestra fehaciente de ello es, en
primer lugar, el control sostenido de la incidencia de la enfermedad en la Isla
y, por otro lado, el creciente reconocimiento internacional que han obtenido
las vacunas cubanas, independientemente del avance del proceso de
reconocimiento por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En entrevista concedida, el doctor
Eduardo Martínez Díaz, presidente del grupo empresarial BioCubaFarma, se
refirió a las características que distinguen a las vacunas cubanas, a las
evidencias que demuestran su efectividad, al reconocimiento internacional que
han obtenido, así como al proceso de evaluación por la OMS.
–¿Qué características distinguen a las vacunas
cubanas anti Covid-19?
–Las vacunas cubanas contra la Covid-19 tienen varias características
que las distinguen de otras que se han desarrollado.
“Primero, han demostrado ser muy
seguras. Después de decenas de millones de dosis aplicadas, en Cuba y en otros
países, se ha observado que los eventos adversos son leves y con una frecuencia
muy baja; incluso en población pediátrica de dos a 18 años, experiencia única
en el mundo hasta la fecha.
“Estos no son resultados casuales, la
propia naturaleza de las plataformas tecnológicas utilizadas y el diseño de las
vacunas los justifican.
“En segundo lugar, estas vacunas tienen
una alta termo-estabilidad. A diferencia de otras que requieren condiciones
especiales para su almacenamiento, a temperaturas de congelación, las nuestras
pueden ser almacenadas entre dos y ocho grados Celsius.
“Incluso se ha demostrado que mantienen
sus características de calidad a temperaturas superiores a los 30 grados
Celsius, por al menos una semana; lo que las hacen atractivas para su uso en
países pobres, donde existen dificultades para mantener la cadena de frío del
inmunógeno.
“En tercer lugar, las vacunas cubanas
han demostrado ser muy efectivas.
“En los estudios clínicos realizados se
demostró una eficacia superior al 90 %. Pero la evidencia más
importante de la efectividad de nuestras vacunas fue el impacto que se logró en
la disminución de la transmisión de la enfermedad en Cuba, a partir del mes de
octubre de 2021, cuando se alcanzó el 60 % de inmunización de la población,
usando las vacunas Abdala y Soberana”.
– ¿Qué efectividad han demostrado las vacunas
cubanas frente a la variante Ómicron?
–Las vacunas cubanas han demostrado ser
efectivas contra la variante Ómicron, la más infecciosa de esa enfermedad
conocida hasta el momento.
“Las evidencias epidemiológicas lo
demuestran. O sea, en Cuba, a diferencia de la mayoría de los países en el
mundo, el pico de contagios con la variante Ómicron y sus subvariantes han sido
inferior a las anteriores, incluido el pico con Delta.
“Sin duda, la efectividad de las
vacunas creadas por nuestros científicos contra estas nuevas cepas del SARS-CoV-2
y la estrategia de vacunación tienen mucho que ver con ese comportamiento en la
Isla.
“Hemos encontrado, en estudios de
laboratorios, hechos en Cuba y en otras naciones, que los anticuerpos inducidos
por las vacunas cubanas neutralizan la variante Ómicron. Mientras algunas
vacunas reportan una disminución de hasta 20 veces en la capacidad de
neutralizar la variante Ómicron del SARS-CoV-2, respecto a la original, las
vacunas cubanas solo disminuyen en dos veces dicha capacidad de neutralización.
“Este fenómeno que estamos observando
tiene su explicación en la naturaleza del antígeno que utilizamos y el propio
diseño de nuestras vacunas.
“Las vacunas Abdala y Soberana
utilizan el antígeno RBD, o sea, la región de la proteína espiga (S), que se
une al receptor del virus en la célula.
“Se ha encontrado que el antígeno RBD
induce anticuerpos neutralizantes contra una región conservada de dicha
proteína entre las diferentes variantes del virus, posiblemente por la
importancia de dicha región en la funcionalidad del mismo; por tanto,
mutaciones en esta zona de la proteína no son seleccionadas.
“Sin embargo, cuando se inmuniza con la
proteína espiga (S) completa, esta región conservada no es inmunodominante, es
decir, se inducen anticuerpos preferentemente contra otras zonas de la
proteína, en las que sí existe una alta tasa de mutaciones; y se produce un
proceso de selección de las variantes que escapan al reconocimiento de los
anticuerpos neutralizantes.
“La mayoría de las vacunas actualmente
en el mercado utilizan como antígeno la proteína espiga (S), lo que ha generado
el fenómeno de picos pandémicos sucesivos producto de la aparición de variantes
del virus que escapan a la inmunidad que generan dichas vacunas.
“Defendemos la hipótesis de que las
vacunas basadas en el antígeno RBD pueden constituir un refuerzo universal para
el resto de las vacunas contra la Covid-19, amplificando una inmunidad
protectora contra las diferentes variantes del virus SARS-CoV–2, que han
circulado o que pudieran generarse en el futuro.
“Recientemente varios grupos de
científicos en el mundo han publicado artículos que apoyan esta hipótesis”.
–¿Cómo avanza el reconocimiento internacional de
las vacunas cubanas?
–Estos resultados se han ido publicando
en revistas científicas reconocidas, o sea, han sido revisados por expertos
internacionales, en un proceso de evaluación por pares, que es como se le
llama.
“Hasta la fecha se han publicado más de
20 artículos científicos en revistas de alto impacto y se continúan preparando
otros reportes.
“Las vacunas cubanas también han sido
evaluadas por autoridades regulatorias de varios países, que finalmente han
otorgado el Autorizo de Uso de Emergencia.
“En estos momentos ocho países han dado
este autorizo y otros las están evaluando.
“Recientemente, un grupo de expertos y
científicos de prestigiosas instituciones de Estados Unidos, el Caribe y África
visitaron nuestro país y tuvieron acceso a la información disponible sobre los
resultados obtenidos; sostuvieron encuentros con especialistas, médicos,
científicos y tecnólogos; tanto en instituciones de Salud como en instalaciones
biotecnológicas, reconociendo el trabajo realizado y la calidad de las vacunas
cubanas, y emitiendo un reporte público”.
–¿Cómo marcha el proceso de evaluación y
reconocimiento de las vacunas cubanas por la OMS?
–El proceso de reconocimiento por la
OMS comenzó este año, se han dado varios pasos de acuerdo con los
procedimientos establecidos.
“Se ha enviado información del
expediente de la vacuna Abdala y se
intercambia con esas autoridades.
“Sin embargo, uno de los componentes
del proceso de evaluación tiene atraso.
–El atraso está dado en la visita de
expertos de la OMS a las plantas, donde se fabrican las vacunas.
“Habíamos diseñado que esa visita se
realizara a finales de este año, en las instalaciones productivas del complejo
biotecnológico CIGB-Mariel, donde estamos transfiriendo la producción de la
vacuna Abdala.
“Si bien la línea de producción, en la
cual se realizan las operaciones de formulación, llenado y envase de ese
complejo ya están activas y produciendo, la línea en los que se fabrican los
productos recombinantes presenta atrasos en su puesta en marcha.
“Este atraso está dado porque no se han
podido hacer los pagos a la empresa encargada de la puesta en marcha del
equipamiento y de los sistemas de esa línea de producción.
“Llevamos nueve meses tratando de
realizar los pagos, que no se han materializado por la negativa de varios bancos
en hacer la operación de transferencia.
“No obstante a estas dificultades, se
avanza y esperamos que en 2023 se complete el proceso de evaluación por la OMS”.
Liz
Conde Sánchez
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