Con la ausencia de los países más contaminantes comenzó este domingo la 27ª (vigésimo séptima) Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas para el Cambio Climático conocida como COP27. /Foto: InternetTexto: Angeles Muik
La cumbre climática mundial tiene lugar en la ciudad balneario de Sharm el-Sheikh, en Egipto, y en ella participan unos 40 mil asistentes.
Entre los desafíos de su agenda climática destacan redoblar la lucha climática en un año marcado por dificultades globales asociadas a la guerra en Ucrania.
El conflicto armado ha generado una crisis energética, con el encarecimiento de los combustibles y de la factura eléctrica; además de la elevada inflación en muchos países, tensiones geopolíticas y una creciente inseguridad alimentaria.
Las claves de la Cumbre del Clima en Egipto presupone adaptarse al cambio climático, lo cual involucra un alto costo financiero.
También intentará traer de vuelta asuntos cruciales para los países en desarrollo o vulnerables a los impactos climáticos, como la adaptación, la financiación y las pérdidas y daños, entre otros.
El lema ‘Juntos por la implementación’, que acompaña al evento, es un llamado a visualizar iniciativas, para que sus principales objetivos no decaigan en un contexto global de multicrisis, después de que informes recientes alertan de la urgencia de combatir el cambio climático.
La Cumbre anterior en Glasgow no consiguió responder con consenso a esa urgencia absoluta, la del calentamiento global.
Cerca de un centenar de expertos aseguran que la dependencia de carbón, gas y petróleo amenaza la salud de generaciones actuales y futuras.
Los niveles atmosféricos de los tres principales gases de efecto invernadero (dióxido de carbono, metano y óxido nitroso) alcanzaron el año pasado nuevos niveles récord, según la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
La Cumbre del Clima está prevista que concluya el próximo 18 de noviembre, donde delegados de más de 190 países negociarán acuerdos y se celebrarán eventos climáticos.
China, EEUU, India y Rusia, ausentes, cuatro de las economías más contaminantes del planeta.
El secretario general de la ONU, António Guterres, recientemente señalaba que los desastres naturales por el cambio climático provocan tres veces más desplazados que las guerras y no se están abordando.
Además, insistía en que son los países con menos recursos y que menos contaminan los que más sufren estas consecuencias.
Por eso, la COP27 llega en medio de un momento crucial para el planeta y la búsqueda de consenso entre los países para debatir cómo mitigar el riesgo de que algunos países insulares desaparezcan por el ascenso del nivel del mar o las sequías e inundaciones.
Desastres, que son consecuencia de la crisis climática que afecta principalmente al sur global. Y se espera que los países del norte cumplan los pactos firmados para mitigar el azote climático del mundo en desarrollo y el calentamiento global.
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