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Foto: Boris Cabrera
Sin sorpresas transcurrió la
última jornada para el equipo Cuba sub
23 en la ronda de consuelo de la IV Copa Mundial de béisbol con cita en Taiwán,
al disponer del débil seleccionado de Sudáfrica con marcador de 9-0, en partido
celebrado en el Duo-Lio Stadium.
Las huestes del mentor Alain
Álvarez desataron una ofensiva nunca vista en partidos anteriores, al conectar
un total de 13 imparables, entre ellos cinco extrabases, para doblegar a un
equipo que se fue a casa sin poder apuntarse ningún triunfo en este campeonato.
Sobresalieron con el madero en
ristre Dany Jesús Oramas con doble y triple y tres remolcadas, Yuri Fernández
con par de sencillos y un triple, Cristian Rodriguez con hit y tubey y dos
impulsadas, y Bryan González con otra conexión de tres bases y un trío de
empujadas, dos de ellas por elevados de sacrificio.
El diestro Alexander Valiente
lanzó cuatro capítulos donde abanicó a igual cantidad de contrarios para
acreditarse el éxito, el zurdo Oscar Hernández trabajó un par de episodios con
tres ponches propinados, y Alex Guerra cerró el último inning liquidando por la
vía incómoda a los tres rivales que enfrentó.
Jaryd White recibió todo el
castigo al trabajar completo y cargó con su segunda derrota del evento.
Fue el quinto triunfo
consecutivo de un elenco antillano que ganó en confianza a medida que avanzaba
el torneo, pero que pagó bien caro sus tres derrotas iniciales en la fase de
clasificación, resultado que los llevó a ocupar una posición jamás obtenida por
ningún elenco de la isla en ninguna categoría.
A pesar que no se guardará en
los archivos como una de las peores actuaciones de un equipo de béisbol cubano
por el balance de victorias y derrotas, nunca el nombre de las cuatro letras
había quedado ubicado tan lejos del podio en un evento internacional, anclado
esta vez en un insólito noveno o décimo puesto en dependencia de los resultados
que faltan de esta madrugada.
Un entrenamiento largo para un
evento tan corto y la presión que puede ejercer en los muchachos tratar de
cumplir un compromiso que quizás estaba por encima de sus posibilidades reales,
se unieron a otros etcéteras que nos vienen golpeando desde hace varios años,
como el flagelo de la emigración o una interpretación errada del béisbol que se
juega por estos tiempos.
Boris Luis Cabrera
amss/Tomado del perfil de
Facebook del autor
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