Se celebra el Día de la Cultura Nacional como homenaje al hecho de que el 20 de octubre de 1868, en la ciudad de Bayamo, se cantara por primera vez nuestro Himno Nacional compuesto por el patriota Perucho Figueredo.
Cuba es un país de mezclas
Nuestra cultura e idiosincrasia está marcada por las mezclas, desde nuestras raíces. El cubano criollo nació de la unión del taino, el africano y el español, además de otras adiciones, como chinos y franceses, entre otros; cuyos aportes también contribuyeron a la formación de la nación cubana.
Por eso, los agregos y mixturas son parte de nuestras tradiciones. A los cubanos nos encanta combinar.
El ingrediente imprescindible en la coctelería mambisa fue el aguardiente mezclado con otros componentes como plantas, raíces, frutas, miel y melao.
El sentimiento de cubanía y amor patriótico se expresaba también en la preferencia por las bebidas autóctonas.
Cuentan que Don Carlos Manuel de Céspedes, invitado al brindis durante una celebración, desdeñando el vino español, levantó una botella de aguardiente y expresó:
"Yo brindo a la libertad
Con aguardiente de caña".
Con este gesto el Padre de la Patria, sin proponérselo, también se convertiría en uno de los principales impulsores de la coctelería cubana.
El consumo de bebidas alcohólicas durante la guerra era frecuente y prevalecía el criterio, de que el vino, el aguardiente y el ron curaban enfermedades.
Pero, el más internacional de todos los cócteles mambises es sin dudas el "Cubalibre", una bebida nacida al calor de nuestras luchas de independencia.
Así, dándole protagonismo a las mezclas y combinaciones se enriquece la cultura y las expresiones de una nación, las cuales convierten a las costumbres más populares, transmitidas de generación en generación, en las más genuinas tradiciones, que identifican nuestra cubanía.
nyr
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