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Cuando se prefiere tender puentes y no levantar muros

 

Foto: Estudios Revolución


“Muchas gracias por su tiempo, por acceder a esta invitación y a este encuentro; por estar en Cuba”.

Así les expresó, en la tarde de este miércoles, en el Palacio de la Revolución, el primer secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, a empresarios estadounidenses y cubanoamericanos, con quienes sostuvo un cordial intercambio.

Recibidos en el emblemático “Salón Portocarrero”, el dignatario manifestó, a quienes participan desde el martes en un foro de negocios entre Cuba y Estados Unidos –organizado por la Cámara de Comercio y el grupo Focus Cuba–, que era necesario compartir con ellos un conjunto de razones sobre la realidad de la Isla, porque “ustedes han apostado a trabajar con nosotros; (…) son de los que quieren construir puentes y no muros”.

El Jefe de Estado se refirió a sus interlocutores como hombres y mujeres con quienes pueden ser superados, de conjunto, los problemas; y poder avanzar.

En un ambiente distendido, el mandatario dijo a los invitados que siente mucha satisfacción porque “estén presentes hoy aquí, en Cuba, participando en la Conferencia Empresarial Cuba-Estados Unidos”, y que “esa participación de ustedes, en un momento tan complejo como el que vivimos, tiene mucha significación”.

Sobre las razones que fundamentan esa importancia, Díaz-Canel explicó que manifiestan la voluntad de estrechar las relaciones empresariales y comerciales entre ambos países, y exaltó la singularidad de que “en este grupo también hay compatriotas cubanos que, viviendo fuera de la Patria, quieren participar en el desarrollo de nuestro país”.

“Encuentros como este –destacó el mandatario–, en los que tenemos mucha fe, también nos ayudan a ratificar conceptos que hemos defendido: en primer lugar, que estamos abiertos a la cooperación con el mundo; porque consideramos que la cooperación y la interrelación empresarial a nivel internacional es una vía para nuestro desarrollo.

“En segundo lugar –dijo–, ratifica que nosotros estamos abiertos para fortalecer, estrechar el diálogo y las relaciones con cualquier país del mundo; y en particular con Estados Unidos”.

“Lo que pasa –enfatizó el Presidente– es que tiene que ser un diálogo con respeto; en el cual no se ataque nuestra soberanía ni nuestra integridad; que no haya posiciones unilaterales de fuerza. Si eso se respeta, puede existir ese diálogo; ese estrechamiento de relaciones, independientemente de las divergencias ideológicas que tenemos”.

El Jefe de Estado expresó que, “reiteradamente, nosotros le hemos planteado al Gobierno de Estados Unidos, por los canales que hemos podido utilizar, que nosotros estamos abiertos al diálogo y a esa conversación, sin condicionamientos; y con la posibilidad de abarcar todos los temas posibles”.

Así lo hizo explícito a los empresarios amigos. “Quería que ustedes, que han tenido la voluntad de visitarnos, de hacer negocios con Cuba, de ver la manera en que podemos tener relaciones comerciales, conozcan nuestras posiciones”.

Hizo un recuento de otros intercambios similares: “A algunos de ustedes los conocí cuando estuvimos hace unos años en Naciones Unidas, en Nueva York; a otros los hemos conocido por otras visitas que han hecho a Cuba, con los cuales hemos compartido en este mismo lugar”.

Resaltó que, “sistemáticamente”, y él en lo personal –”además de lo que hacen otras personas del Gobierno y del Estado cubano”– ha sostenido los intercambios “siempre que la parte norteamericana está de acuerdo”; siempre que los interlocutores quieren hacerlo, siempre que no se sientan presionados. Cuando así es, dijo, “atendemos a todas las delegaciones norteamericanas que visitan el país”.

Cuba y su voluntad de vencer adversidades

A los empresarios estadounidenses y cubanoamericanos que estuvieron en el Palacio de la Revolución, el Presidente Díaz-Canel les expresó que, así como habían llegado ellos al Salón Portocarrero, también han tenido lugar intercambios, en todos estos años, “con artistas, intelectuales, científicos, empresarios de diferentes sectores, y hombres y mujeres de negocios”.

“Ustedes saben que estamos en un momento sumamente complejo. Tradicionalmente se habla de bloqueo, pero en estos momentos no es el bloqueo de todos estos años que han pasado. Desde la segunda mitad de 2019, nosotros hemos sufrido el bloqueo de manera recrudecida. Se aplicaron más de 243 medidas de la administración Trump, las que ha mantenido sin variación alguna la administración Biden”.

Aseveró que en esa política han comenzado a darse “algunos pasos en la dirección, diríamos correcta en los últimos tiempos, pero que no van más allá de algunos anuncios que todavía no se han concretado en lo fundamental”.

Reflexionó que “esas medidas realmente nos han puesto en una situación muy compleja, porque se cortaron nuestras principales fuentes de financiamiento, y el punto final de esas medidas fue cuando, nueve días antes de Trump abandonar la Presidencia, puso a Cuba en una lista de países que, supuestamente, apoyan el terrorismo, lo cual es totalmente incierto e irracional”.

El mandatario argumentó que “estar en esa lista limita a un país, sobre todo a un país como el nuestro, de una manera agobiante, porque de entrada todos los bancos se niegan a trabajar (con la nación estigmatizada); pierdes todas las posibilidades de crédito; no puedes exportar divisas al exterior; no puedes operar con las cuentas cubanas en bancos en el exterior; y saltar esas problemáticas cuesta mucho trabajo”.

Díaz-Canel no pasó por alto que “fue muy cruel la política norteamericana en los tiempos de pandemia. El recrudecimiento de esas medidas, y el mantenimiento de ellas por parte de la administración actual de Estados Unidos, fue precisamente en los momentos en que entró la pandemia a Cuba”.

Denunció que “el Gobierno de Estados Unidos trató por todos los medios de que Cuba no pudiera tener acceso a vacunas, a medicamentos que necesitábamos”; y recordó que, cuando se produjo un desperfecto en “nuestra planta de oxígeno medicinal”, desde Estados Unidos “hicieron todo lo posible para que entidades, empresas a las cuales les fuimos a comprar oxígeno en América Latina, no nos vendieran el oxígeno”.

“Cuando necesitamos –detalló Díaz-Canel– ampliar los servicios de nuestras salas de cuidados intensivos, nos negaron y bloquearon la posible compra de ventiladores pulmonares; pero eso no nos detuvo”.

En ese punto de la explicación, el Presidente refirió un episodio trascendental: la dirección del país pidió a sus científicos lograr soberanía, con vacunas propias, ante la epidemia de la Covid-19.

El anfitrión destacó que aquel llamado “se convirtió en tres vacunas ya reconocidas, y en dos candidatos vacunales, y aunque llegamos tarde a la vacunación, porque tuvimos que desarrollar nuestras propias vacunas, tuvimos que hacer los ensayos clínicos, tuvimos que hacer los estudios de emergencia para poder probar nuestras vacunas.

“Cuando ya en octubre de 2021 habíamos vacunado a más del 60 % de nuestra población, de inmediato empezó a bajar la cantidad de casos y, por supuesto, de los fallecimientos.

“En esos meses –subrayó–, Cuba pasó a ser el país que vacunó con más velocidad a su población. Hoy estamos entre los dos países que más dosis de vacunación tiene por habitante; más de un 90 % de la población está vacunada con esquema completo –en ese indicador ocupamos el quinto o el sexto lugar en el mundo–; y fuimos los primeros que inmunizamos niños en edades superiores a los dos años”.

El Jefe de Estado detalló que “en los últimos seis meses casi no hemos tenido fallecimientos –tres fallecimientos en seis meses–; apenas tenemos casos diarios; la letalidad de Cuba en esta enfermedad es de 0,77 (es decir, la relación de fallecidos contra enfermos)”; una cifra “muy por debajo de la del mundo, que es de 1,35; y muy por debajo de las Américas, que es de 1,7.

En franca conversación, Díaz-Canel agregó: “Ustedes se pueden preguntar: ¿Y para qué él nos está contando esta historia? Se las estoy contando por una idea fundamental”.

Y en ese punto de su reflexión volvió a la “situación muy compleja” que vive el país caribeño, y justo por eso les habló de la “resistencia creativa, que no solo es resistir, sino avanzar y desarrollarnos en medio de las adversidades”.

Se refirió entonces a esa batalla como una “vivencia muy reciente”, como una “filosofía” con la cual “estamos enfrentando todos los problemas que tenemos en la actualidad”.

Foto: Estudios Revolución

 

nyr/Tomado de Granma

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