Ballet Nacional de Cuba en Giselle. Foto: Ariel Cecilio Lemus
Tras estar ausente de la escena cultural cubana por casi cuatro años, el 20 de octubre regresará el Festival Internacional de Ballet de La Habana Alicia Alonso, por primera vez después de la pérdida de la maestra, cuyo nombre honra el evento.
La esperada edición 27 se hace realidad gracias a los esfuerzos conjuntos de los
organizadores por superar los obstáculos presentados en los últimos meses,
incluidas la salida de funcionamiento de varios de los teatros sedes y la
disponibilidad de vuelos para traer a los artistas extranjeros.
En conferencia de prensa, este martes, Viengsay Valdés, directora del Ballet
Nacional de Cuba y del Festival, declaró que está todo listo para
abrir las cortinas; aunque el programa siempre podrá tener modificaciones.
Explicó que la intención de esta
edición es unir la tradición y la contemporaneidad; por eso la propuesta tan
variada de compañías y artistas consagrados con otros de menos recorrido, pero
igual de talentosos.
Destacó la valía de rescatar las
subsedes del Teatro Sauto, de Matanzas, y el Tomás Terry, de Cienfuegos; y
añadió que no pierden la esperanza de poder bailar en el Milanés, de Pinar del
Río, fuera de servicio desde el paso del huracán Ian el pasado septiembre.
Por otro lado, el viceministro de
Cultura, Fernando Rojas, se refirió a la experticia y buen gusto del público
cubano, el cual, desde que reabrieron los teatros, tras estar cerrados por la
pandemia de la Covid-19, acude y llena las salas.
Dentro del amplísimo programa de este
año se destacan el clásico Giselle,
que combinará los talentos del Ballet
Nacional de Cuba (BNC) con algunas de las principales figuras del panorama
internacional; y Carmen,
que presentará, por primera vez en nuestro país, a la Compañía Nacional de
Danza de España.
amss/Tomado de Granma
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