FIDEL

 

                                                               Fotógrafo: Liborio Noval

Por: Rosa Pérez López

Llegó auspiciado por el sol de un 13 de agosto que se convirtió en
historia: como si el llanto de aquel recién nacido le hiciera a la patria
una promesa, después de casi cinco siglos en afrenta y oprobio
sumida. Llegó asistido por los empeños emancipadores que dejaron
inconclusos Céspedes y Martí: como si en una finca de Birán se
escuchara del clarín el sonido que convocaría a otra epopeya
libertaria.
Porque llegan al mundo una vez cada tanto esos elegidos en quienes
se revela la intuición de anticipar futuros, para pactar su suerte con el
oficio de soñar. Y soñó aquel elegido con un país sin hambrientos ni
explotados, un país sin analfabetos ni desamparados. Y soñó con la
justicia repartida a partes iguales entre todos, y para cumplir el
mandato de esos sueños dejó de lucir la toga en los juzgados y se
vistió de rebeldía verdeolivo en las montañas.
Por eso llegó a bordo de una embarcación que no culminó su travesía
en Las Coloradas, sino en la libertad conquistada al inicio de un enero,
para seguir ejerciendo como razón de vivir y suceso cotidiano su
profesión de soñador... hasta que un 25 de noviembre, en la misma
fecha de su salida desde el puerto de Tuxpan, dejó de existir
físicamente.
Hoy se cumplen noventa y seis años del nacimiento de Fidel, que
continúa siendo presencia indispensable en nuestro arduo y cotidiano
batallar por preservar la independencia, la soberanía, la dignidad y la
justicia social a las cuales consagró su vida entera el Comandante en
Jefe, que desde su merecida eternidad nos ordena a proseguir la
marcha hacia un porvenir cada vez mejor para Cuba y los cubanos.

nyr


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