
Cuando la doctora Caridad Ruenes Domech, directora del
Instituto de Gastroenterología de la capital, entregó este viernes diplomas y
reconocimientos a trabajadores destacados y a otros que se jubilan o están
próximos a esa etapa, en el acto por el 26 de Julio, los estimulados la
abrazaban como familia.
A cada uno de ellos Ruenes dedicó breves palabras,
resaltando que el resultado alcanzado depende de la entrega y constancia
personal.Reseñó la labor este año, cuando se impusieron a
adversidades por el azote de la pandemia y mostraron en un vídeo, en saludo al
Día de la Rebeldía Nacional, imágenes de profesores, visitantes y
personalidades que marcaron huellas en el centro, ubicado en el Vedado
capitalino.
En el acto recibieron estímulos por sus aportes los
departamentos de endoscopía y servicios generales, el profesor Enrique Arús
Soler y el psiquiatra Pedro Gil González.
También la anestesióloga Milagro Sáez, las enfermeras María
Susana Pentequía y Arelis Ribalta, además de la laboratorista Julia Bancoi
Naranjo, entre otros trabajadores.
El centro rector de la Gastroenterología en Cuba tiene más
de medio siglo de existencia y se ocupa en el diagnóstico y tratamiento de las
afecciones del tracto digestivo.
Antes del azote de la COVID-19 realizaba más de 5 mil 200
procederes endoscópicos y unas 400
operaciones menores cada año.
Paulatinamente tuvo sostenidos avance científicos y potenció
la introducción de nuevas tecnologías y el desarrollo de recurso humanos.
Todo ello contrasta con el poco desarrollo de esa
especialidad antes del triunfo de la Revolución, cuando el país contaba con muy
poco personal calificado en la rama y ausencia casi total de equipamiento.
Por: Ricardo R. Gómez Rodríguez (Fotos del autor)
lgl
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