Debajo una arboleda, conversando con los jóvenes y luego con la prensa, como familia, Miguel Díaz-Canel reiteró el criterio de que siempre el amor por resistir demostrado por el pueblo cubano, creando y trabajando vencerá al odio que quiere imponer el imperialismo y los poderes hegemónicos.
Acotó que el propósito del recrudecimiento del bloqueo impuesto por el gobierno de los Estados Unidos a Cuba, es intentar fracturar nuestro compromiso con las raíces históricas de la nación.
Señaló que quieren sembrar el odio, lo cual está muy lejos del actuar y compromiso de los cubanos, que salieron hace un año a las calles y en menos de 24 horas derrotaron acciones subversivas.
Reconoció el apoyo y esfuerzo en la actual etapa en la batalla económica, social e ideológica, ante condiciones adversas, con alto protagonismo de las nuevas generaciones.
A estas últimas las instó a continuar poniendo el pensamiento en derrotar ideas de colonización cultural, con las cuales tratan de apartarnos de los auténticos valores de la Patria.
Agregó que por eso ponen tanto empeño en poner en contra del sistema a intelectuales y artistas, sin embargo los más destacados en ese sector están al lado de su Revolución, lo que demuestran fehacientemente.
Llamó a los jóvenes a continuar con el aporte a la economía, la docencia, cultura y en todos los frentes y destacó la titánica labor que desempañan hoy en la rama electroenergética.
Diseñó todo el programa impulsado en esa última actividad para evitar apagones, pero aún es imprescindible que las familias concienticen la importancia del ahorro.
La idea de que este 11 de julio celebraremos la victoria del amor sobre el odio y de que sólo con nuestros propios esfuerzos seremos capaces de avanzar, prevalecieron el diálogo desarrollado con camisas y pullovers sudados, y los zapatos embadurnados en una tierra húmeda y rojiza.
Por: Ricardo R. Gómez Rodríguez (Fotos del autor)
lgl
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