Fue en
Santiago de Cuba... donde ya nada podría provocar asombro.
| La misión del alzamiento estaba era clara: desatar la chispa de la insurrección en la Cuba de 1956/Foto tomada del perfil en X del Gobierno de Plaza de la Revolución |
Por Rosa Pérez López
Sin embargo, aquel amanecer del 30 de noviembre de 1956 la indómita ciudad despertó de un modo diferente: despertó con un sobresalto verdeolivo.
Por vez primera el coraje de los luchadores por la definitiva libertad de Cuba se uniformaba de esperanza, y en los brazos que izaban fusiles redentores se inauguraba el símbolo de un brazalete rojinegro.
Santiago se levantaba en armas para apoyar un desembarco de promesas.
Santiago se anticipaba al heroísmo que escalaría la Sierra para bajar de ella un primero de enero con la injusticia y la opresión descabezadas.
Parecía que ya nada podría causar asombro en Santiago de Cuba, pero aquel 30 de noviembre de 1956 la ciudad despertó con la certeza de que a partir de entonces nuestra historia vestiría de verdeolivo para siempre.
YVL
Véase
http://www.cubadebate.cu/noticias/2014/12/02/santiago-cuba-de-verde-olivo-y-armas-largas/
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