No es preciso estar frente al mar donde comienza o termina esta ciudad para evocar a Camilo Cienfuegos Gorriarán este 28 de octubre, porque el Señor de la Vanguardia sigue estando presente cada día en nuestro pueblo, donde hay muchos Camilos... por mucho más que por llevar su legendario nombre.
Foto tomada del sitio digital razonesdecuba.cu
Texto Rosa Pérez López
Son esos compatriotas que diariamente afrontan las complejidades de estos difíciles tiempos sin que se les quiebren la lealtad, la voluntad y la sonrisa.
Igual que ese rebelde comandante de la Sierra e invicto invasor en la llanura, que en los albores de un enero victorioso comenzó a cumplir la promesa de convertir los cuarteles en escuelas al derribar los muros de la fortaleza de Columbia.
Así Camilo se hizo estampa cotidiana del cubano valeroso, sencillo, alegre.
Así caló en el alma de la patria, para hacerse perpetua inspiración de varias generaciones; incluso de las que aún no habían nacido cuando desapareció físicamente un día como hoy... hace sesenta y seis años.
Porque durante más de seis decenios sigue vibrando en el corazón de Cuba y sus mejores hijos el último discurso de Camilo Cienfuegos, en el cual rememoró unos sentidos versos de Bonifacio Byrne que todos aprendimos de memoria: "Si deshecha en menudos pedazos / llega a ser mi bandera algún día, / nuestros muertos, alzando los brazos, / la sabrán defender todavía."
Hoy y siempre, desde el fondo del mar y de la inmortalidad donde habita, ante cada peligro, agresión o adversidad Camilo ha de levantar los brazos en defensa de la patria, la Revolución y la bandera por las que dio su joven y valiosa vida.
YVL
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