Concluye el mes de abril, y como cada año desde que, en noviembre de 2011, la comunidad internacional proclamó durante la Conferencia General de la UNESCO que el 30 de abril sería a partir de entonces el Día Internacional del Jazz; músicos, productores, estudiosos y amantes del género, convierten la fecha en una fiesta mundial.
Foto tomada del parfil en X del Teatro Nacional de Cuba
Texto y audio Estanislao Cordero
Tras convertirse en una de las mayores expresiones culturales del siglo XX, el jazz sigue cautivando el espíritu del siglo XXI con su poderosa capacidad de reunir a las personas y reforzar el respeto por los valores comunes.
Hoy se cumplen 8 años de que La Habana, en representación de toda Cuba, tuvo el honor de ser la anfitriona del Día Internacional del Jazz, en justísimo reconocimiento a los aportes realizados al género por los músicos y la música originada en nuestro país, en una historia de convivencia e intercambió tan longeva como la del propio jazz.
También esta vez, los amantes del género en toda la nación, nos unimos a todos los que, allende sus fronteras han hecho de abril su mes de las flores y del jazz.
Desde el pasado viernes 25 han tenido lugar actividades oficiales, que iniciaron con la entrega del Sello Cuadragésima edición Jazz Plaza en el Salón de Mayo del Pabellón Cuba.

Foto tomada de la página de facebook de la Jiribilla
Las celebraciones concluirán esta tarde a las 6 en el Teatro de la Casa de Cultura de Plaza, primera sede de nuestro ya mundialmente reconocido Festival Internacional, con el concierto «Jazz Mundial en Plaza» liderado por Bobby Carcassés, uno de sus fundadores, su agrupación escuela Afro Jazz y sus invitados.
Suman ya trece ediciones de un Día Internacional del Jazz con el objetivo ineludible de promover la innovación artística, la improvisación, nuevas formas de expresión y la integración de músicas tradicionales en las formas musicales modernas.
También estas jornadas buscan sensibilizar al público general sobre las virtudes de la música jazz como herramienta educativa y como motor para la paz, la unidad, el diálogo y el refuerzo de la cooperación entre los pueblos, fomentando la idea de que el jazz no es tan sólo un estilo de música, sino de que el jazz contribuye también a la construcción de sociedades más inclusivas.
Más detalles en este tabajo especial de Estanislao Cordero a propósito de la celebración del Jazz, un género universal de libertad y creatividad, escuchemos
YVL
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