El emblemático estadio Latinoamericano de esta capital se convirtió hoy en el escenario de un encuentro cargado de nostalgia, pasión y esperanza, cuando se enfrentaron dos equipos de veteranos de Cuba y Estados Unidos.
Una novena antillana representando a Industriales y otra de los vecinos del norte integrada por productores agrícolas del estado de Maine, saltaron a la grama y más allá de la victoria 9-0 de los de los anfitriones, el verdadero triunfo estuvo en el espíritu de amistad y entendimiento que marcó la jornada.
«Siempre que uno va a dirigir a Industriales, que es el equipo que representamos en este caso, es importante por la tradición, porque ya jugué con ellos y tuve la suerte de dirigirlos», le declaró a Prensa Latina el otrora estelar receptor capitalino, Pedro Medina.
«Siento mucha satisfacción con encontrarme con peloteros que jugaron conmigo y es un compromiso grande poderlos dirigir aquí. Para mí es muy divertido y estoy muy contento que me hayan dado la oportunidad», agregó.
Con el sol invernal del trópico como testigo, los jugadores, muchos de ellos leyendas vivientes del béisbol, demostraron que el amor por este deporte trasciende fronteras y tensiones políticas.
Cada lanzamiento, cada swing y cada jugada fue un recordatorio del poder del deporte para unir, incluso en contextos históricos complejos.
Tomado de Prensa Latina
YVL
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