Hoy cualquiera iría a Santiago de Cuba

                        Hoy todos los cubanos le tenemos muy cerca del corazón

Santiago es Santiago y seguirá siendo Santiago./CMKC, Radio Revolución.

Texto: Rosa Pérez López

Cierta vez el desaparecido periodista y humorista Héctor Zumbado contó de un soñador a quien nada detenía, y si alguna vez quería ir a Santiago de Cuba sin contar con un medio de transporte... simplemente se iba a pie y al ritmo de una buena tumbadora.

Si se trata de ir a Santiago para respirarle a la madrugada sus voluptuosos olores en la cima de la calle Padre Pico; si se trata de ir a Santiago para espiar el alba desde su bahía; si se trata de ir a Santiago donde se mezclan a partes iguales la hospitalidad y el heroísmo, entonces cualquiera iría al encuentro de esa gloriosa ciudad aunque no tenga a mano ninguna tumbadora y sin esperar por el ;coche de aguas negras; del poeta Federico García Lorca. 

Y especialmente cualquiera iría este 25 de julio, cuando Santiago de Cuba está cumpliendo 509 años de fundada.

Hoy cualquiera iría a Santiago para dar en algún sitio con esos cantores que transpiran ron y cubanía abrazados a la cintura y las caderas de una fiel guitarra. 

Hoy cualquiera iría a Santiago para envolverse en el trasiego bullicioso de la calle Enramada y descubrirle a su gente los rostros untados de sol y sonrisas, y las manos siempre prestas al saludo y la colaboración.

Hoy cualquiera iría a Santiago -no importa si andando o con el pensamiento- para ante los muros de una antigua fortaleza militar imaginar las risas de los escolares sobre el eco de los disparos anunciadores de promesas en otro amanecer de julio que se hizo historia. 

Hoy cualquiera iría a Santiago para corresponder a la sobrecogedora urgencia de colocar rosas blancas en el mausoleo del Apóstol y en el monolito que atesora el ejemplo del más cabal y consecuente continuador de las doctrinas del Maestro.

Hoy cualquiera iría a Santiago... o quizás no haga falta hacerlo. Hoy todos los cubanos le tenemos muy cerca del corazón porque este 25 de julio Santiago de Cuba cumple 509 años y porque cada amanecer esa indómita ciudad protagoniza, cueste lo que cueste, un nuevo y promisorio asalto al porvenir.

nyr

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