Cuba lamenta el fallecimiento del prestigioso dramaturgo, Nelsón Dorr, conocido como el padre del teatro cubano revolucionario, sus conocimientos los trasmitió no solo a jóvenes cubanos sino a alumnos de varios países, como España, Italia, Rusia y Libia.
Nacido en La Habana el 31 de julio de 1939, Dorr sostuvo un trabajo que sobresalió en la escena cubana por su maestría en la realización de teatro musical y otros géneros. Se inició como actor en el Teatro Universitario y su primera experiencia como director teatral fue la puesta en escena de Las pericas, título escrito por su hermano, el también dramaturgo, Nicolás Dorr.
Aunque se graduó en la prestigiosa escuela de San Alejandro, sus inclinaciones hacia el teatro comenzaron muy temprano en su juventud. Creó el grupo Conjunto de Los Trece, y en 1961 halló su verdadero camino en el Conjunto Dramático Nacional, en el cual laboró como asistente del director argentino Néstor Raimondi. Su trabajo con Raimondi, lo llevó a compartir con buena parte de los más grandes talentos de ese momento en Cuba.
Junto a su hermano Nicolás Dorr protagonizó un momento importante de las artes escénicas cubanas. De su trabajo como dúo artístico quedan en el recuerdo títulos escritos por Nicolás que fueron dirigidos por Nelson, como Las pericas, La esquina de los concejales, Un viaje entretenido, La Chacota, y Una casa colonial, entre otros.
En su extensa y rica carrera, Nelson Dorr se presentó en escenarios nacionales e internacionales, con más de cien títulos correspondientes a una variedad de géneros y formatos, como el monólogo, la ópera, el teatro musical.
También en su amplio catálogo como director representó obras de autores cubanos como Virgilio Piñera, Abelardo Estorino y Alberto Pedro Torriente; mientras que del teatro internacional asumió la dirección de textos de autores como Bertolt Brecht y William Shakespeare.
Nelson Dorr dirigió más de 90 puestas en escena y fue guionista de cine, ballet y danza. Entre sus espectáculos más recordados aparecen Tosca (Luigi Illica, Giuseppe Giacosa y Giacomo Puccini, 1965), La tragedia del Rey Cristóbal (Aimé Cesaire, 1966), La verdadera historia de Pedro Navaja (Pablo Cabrera y Rubén Blades, 1992 y 2006)
Entre sus más altos reconocimientos está el Premio Nacional de Teatro recibido en 2011. Asimismo, ostenta la Distinción Omar Valdés de la Asociación de Artistas Escénicos de la UNEAC, de la cual fue su vicepresidente. También en la UNEAC fue presidente de la Sección de Teatro Musical.
El Consejo Nacional de las Artes Escénicas y el Centro de Teatro de La Habana ofrecen sus condolencias a familiares y amigos de Nelson Dorr, dramaturgo y director que representa una zona importante en la historia del teatro cubano.
Por decisión de sus familiares, sus restos serán creamados y, próximamente, se realizarán sus honras fúnebres.
(Tomado de Cubaescena)
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