Porque el cine es, sobre todo, confluencias, fue la música la gran protagonista de la ceremonia inaugural de la 44 edición del Festival del Nuevo Cine Latinoamericano
Porque el cine es, sobre todo, confluencias, fue la música la gran protagonista de la ceremonia inaugural de la 44 edición del Festival del Nuevo Cine Latinoamericano.
En la sala Chaplin de la capital cubana, piezas como Desde la aldea y el tema Fresa y Chocolate, interpretadas por su compositor José MarÃa Vitier, junto a Marcos Madrigal, Pancho Amat, Niurka Reyes, Bárbara Llanes y Rodrigo Sosa, entre otros músicos, transmitieron la épica de un evento que sigue siendo espacio y voz de los pueblos de América Latina, y testigo del crecimiento de sus cinematografÃas.
Como la pantalla más hermosa y plural del continente calificó el Festival Alexis Triana, presidente del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos. Refirió, además, que hay que defender más que nunca el nuevo cine latinoamericano, su carácter profundamente revolucionario, y su posición contra la colonización cultural.
Triana llamó a la defensa de las utopÃas, y dijo que hay que volver a tomar la calle, y dejar testimonio de la lucha contra las derechas, porque este es el sitio de las izquierdas. «El fuego sigue estando en la fragua», afirmó, parafraseando a la doctora Graziella Pogolotti.
Tania Delgado Fernández, directora del Festival, y primera mujer que lo declara inaugurado, agradeció el apoyo del Gobierno cubano para realizar el encuentro en medio de tan complejas condiciones, porque «tenemos que invertir en nuestras utopÃas tanto como en nuestras urgencias».
Delgado Fernández comentó que el cine permite una y otra vez la resurrección de las causas justas que se resisten a la barbarie y, acto seguido, condenó la masacre contra el pueblo palestino.
En la ocasión, recibió el Coral de Honor la premio nacional de Cine, Eslinda Núñez; y el Premio Coral Especial, el Programa Ibermedia.
Abrió la cita, que se extenderá por casi todo el paÃs hasta el 17 de diciembre, el filme chileno Los colonos, ópera prima de Felipe Gálvez. Mientras, en las afueras del Chaplin, en una pantalla móvil, se proyectaba la emblemática cinta Fresa y Chocolate, de Juan Carlos TabÃo y Tomás Gutiérrez Alea.
odh