Bien temprano en la mañana, varios colegas coincidimos en que este 17 de noviembre lo mejor que pasarÃa en el inicio de las terceras subseries de la II Liga Elite era el posible récord de extrabases de Frederich Cepeda. "Y luego veremos si quiere dar declaraciones a la prensa", dijeron con dudas, pero con respeto.
Y el partido en el Latinoamericano se inició con poca concurrencia y los ojos clavados en cada turno del espirituano. Dos sencillos en las dos primeras comparecencias al home y dos boletos más parecÃan dejar la nueva marca para el partido sabatino. Pero el béisbol conoce bastante de predicciones y números, por tanto 8+5+4 dan 17. El dÃa entonces era hoy.
El cerrador industrialista Juan Xavier Peñalver Hernández dominó a los dos primeros bateadores del noveno capÃtulo con relativa facilidad, pero el out 27 parecÃa un desafÃo, aunque el marcador era amplio: 6-1 a su favor. SabÃa que Cepeda venÃa a buscar su récord. Un doble bastarÃa, un triple era más difÃcil y un jonrón...., "bueno un jonrón Cepeda se lo da a cualquiera, si se lo ha dado a los mejores, por qué no me lo puede dar a mÃ", pensó el derecho.
No obstante, entró rápido a la lomita y quiso sorprenderlo con su velocidad supersónica. La recta viajó a casi 90 millas y el swing del número 24 la desapareció en segundos por el jardÃn derecho. "Lo sabÃa, lo sabÃa....", parecÃa decir con orgullo el pitcher azul, mientras veÃa correr más veloz que de costumbre a uno de los peloteros más grandes que ha pasado por nuestras series nacionales.
Pisó el home y el primero en saludarlo fue el receptor Oscar Valdés. Solicitó que le devolvieran la pelota para su colección personal, pero alguien se quedó con ella como tesoro imborrable y nadie pudo convencerlo de que esa esférica significaba más para quien la habÃa golpeado con fuerza de historia, que para su pequeña colección personal.
Cepeda solo sonreÃa, respondÃa a cada abrazo de sus compañeros de equipo y de sus rivales de la misma manera: sonriendo. Era el 353 cuadrangular de su carrera, lo que unido a los 54 triples y 447 dobles, dejaba atrás los 853 de otro mÃtico, el santiaguero Orestes Kindelán, a quien en mayo le habÃa roto también el de total de bases recorridas.
El espirituano más fiel a su camiseta naranja y a Cuba es también el uno en la historia de nuestro béisbol en bases por bolas recibida y en el por ciento de embasado (la famosa estadÃstica OBP). Además, pugna en el liderato de tubeyes con Yordanis Samón y es el segundo que más hits ha conectado detrás del tunero Danel Castro. Juega por divertirse y porque todavÃa entrar a un terreno de pelota lo estremece y motiva cada mañana.
¿Y las declaraciones?, pensé en ese momento. ¿Hablará después de otra hazaña sin olvidar no pocas injusticias cometidas en los últimos años, algunas de ellas incurables, como privarlo de su quinto Clásico Mundial? ¿Le queda algo por decir o alguien a quién dedicar cada nueva marca que imponga?
Lo llamé por teléfono y contestó cordial y sin agitación. Me agradeció la felicitación y le dije que no querÃa una declaración, sino simplemente conocer si sabÃa lo que habÃa dicho Kindelán a este reportero semanas atrás cuando le pregunté qué se sentÃa al ver que sus marcas estaban siendo borradas por Cepeda. "¿Qué te dijo el Kinde?", preguntó con apetito el espirituano.
"Cepeda es un Salvaje", me comentó el santiaguero, uno de los últimos exaltados al Salón de la Fama del Béisbol Cubano. Y el Salvaje entonces suspiró, me pidió escribirlo sin tanta fanfarria y se despidió. Ya tenÃa la crónica, sus declaraciones y los 854 extrabases, digo las 854 palabras para compartir. Pueden contarlas también....
Por/Joel GarcÃ
Foto/ Boris Luis Cabrera
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