Qué pensará el verdugo
que mutila cuerpos menudos.
Desatése de la garganta este nudo,
y el corazón eclipse de luto.
Levántate Humanidad
en este preciso minuto!
Cobardes parad ya!,
por qué matan los retoños
sin ver florecer a los frutos.
Ante la Historia, sicarios,
ahora mismo los impugno.
Frente a las ambiciones y desmanes,
de los que se dicen humanos,
para esas almas inocentes
tendemos nuestras manos.
Vuelen alto pequeños ángeles guardianes.
Mientras tanto llueve,
y una lágrima eterna hasta nosotros viene!
Tiemblen, asesinos, tiemblen!!!
Y entre el humo y la neblina,
y entre el fuego y la metralla,
mi corazón ahora estalla,
de amor por Palestina!
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