Seis de los 12 boxeadores cubanos que buscaban seguir a semifinales en el Campeonato Mundial, en Taskent, lograron el objetivo
Seis de los 12 boxeadores cubanos que buscaban seguir a semifinales en el Campeonato Mundial, en Taskent, lograron el objetivo. Llama la atención que fueron los más jóvenes quienes avanzaron, pues los perdedores son los más encumbrados púgiles de la escuadra antillana.
El primero de los triunfos fue de Saidel Horta (57 kg) ante el kazajo Serik Temirzhanov, por 5-0. El cienfueguero hizo un pleito inteligente contra un oponente de mejor palmarés, y que tenía el respaldo del público. Se robó la iniciativa al golpear con sus swings y cerrar la defensa para evitar el contrataque del asiático. Su compañero, Alejandro Claro (48 kg), solventó, con un trabajo perfecto, su duelo ante el escocés Ahmed Aqeel, víctima del recto de izquierda y el jab del espirituano, quien obtuvo las cinco boletas de los jueces.
Una batalla entre rivales conocidos posibilitó que el público presenciara un animado duelo en los 54. Yosvany Veitía y el venezolano Yoel Finol se movieron con agilidad en el ring, se buscaron, pero si Finol pegaba una vez, Veitía lo hacía dos, con rápidas entradas a la corta distancia. El 4-1 favorable para el cubano fue el reflejo de la buena labor que desplegó.
Uno de los púgiles que mejor forma ha mostrado en la escuadra de la Mayor de las Antillas es Erislandy Álvarez (60 kg). El cienfueguero ganó (5-0) al representante de Zambia, Andrew Chilata, de manera pulcra: pegando y casi sin recibir
El actual titular mundial en 75 kilogramos, Yoenlis Hernández, sometió (5-0) al búlgaro Rami Kiwan. El agramontino combinó swings, rectos y ganchos hasta desgastar al europeo. También excelente estuvo el novel Fernando Arzola (+92 kg), tras arrollar (5-0) al chino Danabieke Bayikewuzi. Arzola se ha visto bien y seguro para seguir avanzando en la lid.
SE HIZO LA NOCHE, PERO SIN ESTRELLAS
Es difícil ver perder, en una misma jornada, a tantas estrellas. Lázaro Álvarez (63,5 kg) y el mongol Chinzorig Baatarsukh, ofrecieron una gran pelea, con momentos en los que los dos conectaron con limpieza. Sin embargo, una mejor defensa y un aún mejor trabajo de riposta le dieron al asiático un justo veredicto de 4-1.
Una pelea deslucida protagonizó el bicampeón olímpico Arlen López (80 kg) ante el chino Tanglatihan Tuohetaerbieke. El guantanamero se quedó «congelado» frente a un rival de menor nivel, y aunque presionó en el tercero y último round, no pudo revertir la ventaja, y cayó por 3-4. Tampoco el gran Julio C. la Cruz escapó del infortunio, pues el uzbeco Lazizbek Mullojonov sabía que solo siendo ofensivo podía aspirar a ganar. Así lo hizo y se llevó un histórico, para él, 4-1, en los 92 kilogramos.
El indio Nishant Dev fue más que Jorge Cuéllar en 71 kg, porque sacó ventaja (5-0) en la corta distancia. A Cuéllar se le debe aplaudir por aceptar el reto, pero no pudo ante el ímpetu del rival.
La pugna de mayor intensidad tuvo de protagonista a Roniel Iglesias (67 kg), quien fue de más a menos ante el uzbeco Asadkhuja Muydinkhujaev. El pinareño no se metió en la corta y prefirió el trabajo desde afuera, donde fue efectivo en el primer acápite. Pero Muydinkhujaev descifró al cubano en los dos capítulos finales, para obligar a una dividida votación de 4-3, una decisión, hasta cierto punto, cuestionable.
Nelson Williams (86 kg) derrochó coraje, aunque cayó por 5-0 frente al mexicano Rogelio Romero. Al camagüeyano le faltó ritmo frente a Romero, hombre con oficio y que manejó con astucia el combate.
odh/Granma
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