Se definen como pilares fundamentales del proyecto la recuperación y conservación de los hábitats que protegen el litoral, la preparación de los gobiernos locales y habitantes de las comunidades, y el fortalecimiento del sistema regulatorio.
Tras concluir, en la provincia de Ciego de Ávila, un recorrido por los siete sitios de intervención directa —agrupados en dos tramos del litoral sur de la Isla—, Orestes Perdomo Santana, coordinador operacional del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), resaltó las potencialidades, el compromiso y la identificación con los objetivos de Mi Costa.
Valoró esas circunstancias como favorables para implementar un proyecto que materializa el Plan del Estado cubano para el enfrentamiento al CC (Tarea Vida) al mejorar las condiciones en ecosistemas y comunidades, con la participación de las representaciones del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos y los ministerios de la Agricultura y Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente.
Al referirse a la provincia de Ciego de Ávila, con incidencia directa en el poblado de Júcaro, reconoció la unidad entre los actores implicados y la determinación de los profesionales que satisfarán necesidades cognitivas en elementos decisores y la comunidad para fortalecer la adaptación al CC y la reducción de riesgos de desastres.
Perdomo Santana destacó las condiciones de los centros de creación de capacidades de los municipios de Baraguá y Venezuela, y los avances en la terminación del aula anexa en el territorio jucareño; además de la adecuada identificación de las áreas a rehabilitar en el humedal sur de Ciego de Ávila, mediante el restablecimiento de procesos hidrológicos y los bosques de manglares.
José Manuel Guzmán Menéndez, director del proyecto Mi Costa, financiado por el Fondo Verde del Clima y el gobierno en la Mayor de las Antillas, subrayó que esos centros de entrenamientos se beneficiarán con medios bibliográficos, tecnológicos y otros recursos que favorecerán el proceso de enseñanza‒aprendizaje.
Expresó su satisfacción por los vínculos con los trabajadores del Área Protegida Parque Nacional Jardines de la Reina, de manera que se constituye en fortaleza para el respeto y la interrelación de las personas con el humedal y sus formas de vida.
Durante los intercambios con los gobiernos locales, organismos implicados y habitantes de los sitios de intervención directa, Guzmán Menéndez corroboró la identificación con el proyecto y las expectativas con sus resultados para el mejoramiento de la calidad de vida en asentamientos costeros ubicados en Pinar del Río, Artemisa, Mayabeque, Ciego de Ávila, Camagüey, Las Tunas y Granma.
La visita de la Unidad Nacional de Manejo del proyecto Mi Costa a Ciego de Ávila contempló diálogos con representantes del Gobierno Provincial, la dirección de la Asamblea Municipal del Poder Popular en Venezuela y la comunidad de Júcaro, así como recorridos por las áreas donde se acometen acciones de rehabilitación.
Con ocho años de inversión y 22 de mantenimiento, Mi Costa concibe acciones dirigidas a mejorar la calidad del agua, la salud y el bienestar de las comunidades.
Alrededor de 1,3 millones de personas, residentes en siete asentamientos de ribera y 24 municipios, se beneficiarán con este programa, que prevé aumentar la resiliencia ante los efectos del cambio climático en comunidades y ecosistemas costeros, al implementar la adaptación basada en ecosistema (ABE).
Constituyen otros propósitos la creación de capacidades en los habitantes de las comunidades para atemperarse a las condiciones ambientales imperantes en el planeta y la integración de la ABE a las planificaciones nacional y local para la gestión costera.
En este caso la ABE consiste en la recuperación y el fortalecimiento de los servicios del humedal costero (manglares y bosques de ciénaga, de manera fundamental) que permitirán disipar la energía del oleaje extremo y fuertes vientos.
Este principio contribuirá a restituir la funcionalidad de dichos entornos, que proporcionan servicios de protección ante desastres naturales, en tanto, la capacitación de los factores que interactúan en el área y el arreciamiento de las medidas de control asegurarán la sostenibilidad y continuidad del proceso.
Posibilitará mejorar la disponibilidad y calidad del agua, la disminución de los riesgos asociados a este recurso (sequías, inundaciones y la salinización del vital líquido y los suelos), añadió.
Los impactos de las acciones de rehabilitación serán identificados mediante el monitoreo integral a la calidad de las aguas potable y oceánicas, y los ecosistemas marino y costeros aledaños (pastos marinos y arrecifes).
Se definen como pilares fundamentales del proyecto la recuperación y conservación de los hábitats que protegen el litoral, la preparación de los gobiernos locales y habitantes de las comunidades, y el fortalecimiento del sistema regulatorio.
nyr/ACN
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