Solo les pido una cosa, les expresó el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba: ¡Defiendan la Revolución, que es, en primer lugar, una gran obra de amor hecha por jóvenes! Foto: Ariel Cecilio Lemus
(Versiones Taquigráficas - Presidencia de la República)
Compañeras y compañeros que presiden esta sesión
de clausura del X Congreso de la Federación Estudiantil Universitaria;
Estimadas Ministras y estimados Ministros;
Estimadas rectoras y estimados rectores, a quienes
les corresponde implementar los acuerdos del X Congreso de la FEU (Aplausos);
Queridos estudiantes universitarios cubanos
y los que nos acompañan también de otros países y que son miembros de la FEU, como
Xiomy, Isabel y otros tantos que están en nuestras aulas:
Hoy es un día feliz, es un día glorioso. Es
un día de centenario y es un día histórico como es ya histórico este Congreso, y
no solo porque sea un Congreso centenario, es histórico por su aporte, y ese aporte
lo da la calidad, la madurez, la objetividad del debate que ustedes han realizado
(Aplausos).
Ante todo, las felicitaciones con cariño, con
afecto, con admiración al nuevo Secretariado de la FEU elegido en este Congreso.
La semana pasada me compartieron el post
que escribió un muchacho enamorado porque su novia acababa de hacerse licenciada,
con el máximo de puntos, después de escribir la tesis en la carretera y de hacer
un examen final online desde el piso de una terminal.
Karla Santana, la Presidenta de la FEU de Cuba,
se ha licenciado en Derecho (Aplausos) estudiando en las madrugadas, entre dos Congresos
y, lo más importante, investigando un tema conectado con los barrios, con las problemáticas
actuales del país. Nos enteramos de esto
en las redes digitales que son especialmente buenas cuando se trata de conectar
con ustedes.
Muchas felicidades, Karla y demás muchachas
y muchachos de la FEU que han hecho sus carreras y, a la par, han dirigido la organización.
Ustedes escogieron o aceptaron el camino más difícil en el tránsito por la universidad.
Ustedes han convidado a la participación desde la ejemplaridad y así transforman
y construyen. Ustedes han sumado su entusiasmo
y energía a uno de los hitos más apasionantes de la Historia de Cuba: ¡la vida de
la Federación Estudiantil Universitaria!
¡Muchas felicidades, queridos miembros de la
Federación Estudiantil Universitaria! ¡La organización joven más antigua de Cuba
está cumpliendo hoy cien años, y los cumple sin envejecer, conectada con su país
y con su tiempo!
Al repasar las discusiones de este Congreso
y muchas de las publicaciones que ustedes han compartido en las redes digitales,
pensaba en Julio Antonio Mella, en Villena, en Pablo de la Torriente, en Fidel,
en Raúl, en José Antonio y en las sucesivas generaciones de estudiantes que convirtieron
a la universidad cubana en fuente de Revolución.
Y también me pienso, con nostalgia, en la FEU;
salvando las distancias, cuando las circunstancias se complejizan mucho, viajo a
aquella etapa juvenil, en mi Universidad querida de Villa Clara, cuando criticábamos
todo y a la vez igualmente se nos ocurrían las soluciones más increíbles para todo,
algunas, al pasar los años, nos resultan –son las menos– un poco inmaduras e idealistas.
La FEU de hoy es diferente a la que fundó Julio
Antonio Mella, a la de los años universitarios de Fidel y a la del liderazgo estudiantil
de José Antonio. Son muy diferentes, por
ejemplo, en los modos y los medios para comunicar con sus bases.
Ellos apenas contaban con sus propias voces
sobre una tribuna, la mayor parte de las veces improvisada, con textos escritos
para publicaciones de circulación limitada y, por supuesto, y hasta nuestros días,
con el activismo de sus colegas para multiplicar las ideas.
Imaginemos a aquellos gigantes políticos, a
aquellos fundadores, a aquellos líderes forjados en la pelea por la justicia, en
la era de la comunicación. Entonces, la actual
generación de dirigentes estudiantiles está permanentemente convocada a beber de
la obra de aquellos adelantados.
La comunicación, como ustedes se lo han propuesto,
no puede ser solo un proceso de informar o contar lo que hace la organización, debe
ser también un proceso de participación interna activa, de construcción colectiva
de la vida universitaria. ¡Alma Mater, que nació también con la FEU, tiene
que seguir siendo la voz de ustedes!
La comunicación que ustedes hagan tiene que
impactar en el resto de la sociedad, desde la televisión hasta el barrio. Ante la agresividad enemiga en las redes sociales
solo tenemos una solución: poner la firmeza, la belleza revolucionaria y el amor,
y son ustedes la vanguardia y los encargados de eso. ¿Quiénes mejor que ustedes que cuentan con el
talento, las herramientas y la juventud para hacerlo?
Son ustedes, los jóvenes universitarios, quienes
deben iluminar el camino de esta nueva realidad donde conviven dos mundos: el físico
y el digital o, dicho de otra manera, el real y el virtual. Ustedes, los jóvenes revolucionarios de la FEU,
son los encargados de modernizar la Revolución en la calle y en las redes.
La FEU prerrevolucionaria luchaba por la Revolución.
La FEU de nuestros días es una parte esencial del cuerpo de la Revolución. Lo que en apariencia es una diferencia, en esencia
es continuidad. Una continuidad, como ya
he dicho antes, dialéctica, que toma lo mejor del pasado y que cambia lo que debe
ser cambiado; una continuidad que garantice con modernidad, frescura y valentía
que las nuevas generaciones sostengan desde sus códigos y aspiraciones lo que conquistaron
sus padres y sus abuelos. La Revolución es
una obra inacabada, que no puede ser tratada como un texto muerto, ¡la Revolución
es vida y es acción!
Aquella FEU era antimperialista, como lo es
la FEU de estos días. El antimperialismo es una característica inseparable de una
organización nacida y crecida al calor de las luchas del pueblo cubano y del estudiantado
latinoamericano contra el intervencionismo, la dependencia, la subordinación al
vecino poderoso.
Tiene también la FEU una hermosa tradición de
alianzas con la clase obrera y con la intelectualidad cubana, como parte de su origen
vinculado al ideal socialista de su partido de vanguardia. Su primer Presidente
no es por casualidad fundador también del Partido Comunista e impulsor principal
de la Universidad Popular José Martí, donde se forja esa alianza fundamental para
la Revolución.
El nacimiento de la Federación Estudiantil Universitaria
está así indisolublemente ligado a las tradiciones patrióticas de los estudiantes
en Cuba y al ejemplo luminoso de la Revolución de Octubre, que penetró en las aulas
y se convirtió en estímulo para la acción revolucionaria.
La esencia revolucionaria y revolucionadora
de la FEU le otorga atributos únicos como organización transformadora, que se proyecta
siempre en acciones de utilidad en favor del horizonte político común, en el gran
proyecto de la Revolución Cubana.
Por eso es tan importante que en la evaluación
del cumplimiento de los acuerdos del anterior Congreso se trazaran estrategias y
objetivos de trabajo para la siguiente etapa, orientados a profundizar en la formación política e ideológica
de todos y de los líderes estudiantiles en la vida académica, investigativa y su
aporte a la sociedad, en los movimientos extensionistas y en consolidar la responsabilidad
social de la FEU con las comunidades, lo que los llena a ustedes de sensibilidad
revolucionaria, preocupación por los demás y les da crecimiento humanista.
Desde su fundación, la FEU ha estado presente
en cada momento significativo de la historia de la nación cubana. Sus miembros han sido fieles exponentes del pensamiento
patriótico y antimperialista que le dio origen.
La FEU sigue siendo defensora de las esencias
de la patria, de lo que hemos logrado y de cuanto nos falta por perfeccionar. Comprometida
con el futuro y la implicación consciente de los jóvenes en él, para seguir haciendo
la universidad martiana que soñaron todos los que lucharon para que el tiempo futuro
fuera siempre mejor. Aquella que Fidel entendió
y defendió como fragua de revolucionarios y a donde siempre fue en busca del aliento
renovado para emprender nuevas batallas.
Por eso, hoy, los convoco a seguir laborando
con energía y entusiasmo por todo lo que resulte beneficioso a la masa estudiantil
cubana, descendiendo colinas para ascender al pueblo, como se dijo alguna vez. Los
jóvenes universitarios tienen que aportar a la sociedad; de hecho, reconocemos todo
lo que han logrado, pero también debe ser desde la investigación y el cuestionamiento
académico constante: la dialéctica. ¡La Revolución y la sociedad cubana necesitan
de los universitarios, necesitan de la Federación Estudiantil Universitaria!
No olviden nunca que las universidades han sido
y seguirán siendo el blanco principal de acciones enemigas, de los que apuestan
a fomentar en nuestros jóvenes apatía social, consumismo y otras conductas que nada
tienen que ver con los valores humanos que los distinguen a ustedes: el compromiso
social, la participación consciente, la creación, la innovación, el espíritu rebelde
contra la injusticia dondequiera que exista, síntesis del hombre y la mujer nuevos
a que aspiraba el Che como conquista superior del ideal socialista.
Contar con una membresía que incluye a estudiantes
de diversas partes del mundo, como Xiomy e Isabel, es una de las fortalezas de la
FEU, así como ser siempre parte y estar al frente del Secretariado General de la
Organización Continental Latinoamericana de Estudiantes (OCLAE). La FEU es también,
por origen, una organización solidaria, y constituye un gran reconocimiento del
liderazgo de nuestras organizaciones estudiantiles y de la política exterior de
la Revolución Cubana su papel protagónico también en la OCLAE.
Queridos estudiantes:
Por los informes del Secretariado sabemos que
se realizaron en todo el país 190 debates, todos en comunidades de los 166 municipios
del país, que devinieron verdaderos congresos o, lo que es lo mismo, un congreso
multiplicado por 190.
Esa es una muy valiosa idea que sin dudas contribuirá
a incentivar en el estudiantado mayor preocupación por los problemas locales y mayor
implicación en las posibles soluciones.
Nos han informado que se ha logrado una vinculación
permanente de los estudiantes con los polos productivos de la comunidad y se potenció
el papel de la FEU como aglutinadora de los jóvenes en los municipios.
Quisiera hacer otros comentarios sobre los principales
temas de debate del Congreso al llegar a sus sesiones finales:
Sobre el funcionamiento de la FEU desde la brigada:
hay que trabajar con mayor fuerza en la política de cuadros de las estructuras a
los diferentes niveles y utilizar más sistemáticamente los documentos rectores,
ellos resultan armas imprescindibles para que la esencia y razón de ser de la organización
no se extravíen en el tiempo con los cambios frecuentes de dirección que sufre una
organización juvenil.
Como méritos relevantes a nivel de toda la sociedad,
quiero reconocer y destacar el papel de los universitarios en las misiones menos
visibles y por momentos más riesgosas del enfrentamiento a la Covid-19, junto a
otras tareas económicas y sociales en las que ustedes decididamente participaron.
Cuando decimos que la Ciencia cubana y el Sistema
de Salud salvaron al país, la FEU de Cuba está incluida en ese reconocimiento. ¡Gracias por el aporte noble, desinteresado, altruista! Esa es, sin dudas, una misión que se dieron a
ustedes mismos a la altura de la historia de la FEU y, como aseveró Fidel, nos sentimos
muy orgullosos de ustedes (Aplausos).
Sabemos que discutieron también sobre la necesidad
de dar mayor autonomía al estudiante en la gestión del conocimiento, de perfeccionar
el periodo de adiestramiento y la ubicación laboral una vez graduados.
Cuentan con todo nuestro apoyo y respaldo en
esas solicitudes. Ustedes son parte fundamental de la gestión de Gobierno basada
en ciencia e innovación, y esa política demanda graduados cada vez mejor preparados.
Me comprometo igualmente a seguir de cerca la
atención a sus análisis sobre las tareas de impacto social, en particular, los resultados
en los encuentros efectuados en las comunidades, la docencia, el Plan E y la necesidad
de profundizar en la formación integral de los estudiantes.
Otras preocupaciones dependen fundamentalmente
del trabajo propio de la FEU, como la demanda de aumentar en las brigadas la cultura
de la participación y el debate, partiendo del conocimiento del funcionamiento de
la organización y la necesidad de lograr mayor acercamiento de las estructuras de
la FEU a la masa estudiantil.
Es en ese sentido que comparto la urgencia de
fortalecer la preparación integral, el liderazgo y la ejemplaridad en el tránsito
de los líderes estudiantiles por la organización. Creo que ese objetivo contribuirá a hacer más
trascendente y útil el trabajo colectivo, a orientar la investigación estudiantil
en función de las principales problemáticas tanto universitarias como de los barrios
y a favorecer el extensionismo desde el movimiento de artistas aficionados, generando
un movimiento cultural que contribuya a la salvaguarda de nuestros valores culturales
identitarios.
Igualmente, se debe aportar a la revitalización
del movimiento deportivo, según las posibilidades de cada territorio, y a seguir
potenciando la tarea “Educando por amor” como alternativa para el completamiento
de las plantillas docentes.
No olviden nunca que las universidades han sido y seguirán siendo el blanco principal de acciones enemigas. Foto: Ariel Cecilio Lemus
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