Delegados al X Congreso de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) se
unieron a educandos capitalinos en una “tángana” antimperialista en el Parque a
los Mártires Universitarios
Texto y fotos: Ricardo Gómez
Rodríguez
Otra vez llegaron los jóvenes
hasta la intercepción de las calles Infanta y San Lázaro, en Centro Habana,
como lo hacían los de la Generación del Centenario para organizar huelgas
contra el golpe de estado del dictador Batista, o la Marcha de las Antorchas.
Ahora son delegados al X Congreso de la Federación Estudiantil Universitaria
(FEU) quienes gritaron, bailaron y cantaron en lo que quisieron llamar una
"tángana" antimperialista a la que asistieron Jorge Luis Broche
Lorenzo, miembro del Secretariado del Comité Central del Partido Comunista de
Cuba; Liudmila Álamo Dueñas, funcionaria de ese organismo; y Aylin Álvarez García, primera secretaria de la Unión de Jóvenes
Comunistas, entre otros dirigentes.
Los saltos y tonadas hicieron
distinta la tarde noche en la que los niños y vecinos que cotidianamente
disfrutan del lugar se sumaron al jolgorio; el cual siendo alegre, lanzó al
viento serias palabras de compromiso por la obra que inició José Martí y
continuó Fidel.
Los enormes monolíticos que
llevan incrustados imágenes de la historia que nunca podrá olvidarse, fueron
testigos de voces ardientes; como las de Roberto Alejandro Carrazana,
presidente de la FEU de la Universidad de Ciencias Médicas de Camagüey; Miguel Ángel
Machado Rojas, miembro del Secretariado Nacional de la FEU; y Julio Emilio
Morejón Pérez, integrante de la Comisión Organizadora del cónclave.
Todos ratificaron la continuidad de la contienda, a pocos días del 20 de
diciembre, cuando festejarán el centenario de la FEU, que sigue siendo la misma de siempre: la de la vanguardia, la de Mella y
de José Antonio.
Se unieron canciones del Dúo
Vida, Cristopher Simpson, Nelson Valdés, Raúl Torres y el grupo Moncada.
Banderas cubanas y de
organizaciones estudiantiles. Pujanza de una generación que iluminó una tarde
gris en la que la amenazante lluvia fue incapaz de caer. Más acompañadas que
nunca estuvieron las enormes piedras escultóricas que veneran a los caídos,
esta vez resguardados por savia nueva, fuerza pujante.
0 Comentarios
Con su comentario usted colabora en la gestión de contenidos y a mejorar nuestro trabajo