El juego de pelota de 2023 ya empezó

La pelota tiene ante sí dos grandes retos. La lid del orbe Sub-23, del 14 al 23 de octubre próximo, en Taipéi de China, y la aun mayor exigencia de desplegar un certamen de calidad en el estreno de la Liga Elite del Beisbol Cubano (LEBC)

Todavía con el corazón palpitando de emoción por la medalla de plata de los chamaquilis del Sub-15 en el Campeonato Mundial, la pelota tiene ante sí dos grandes retos. La lid del orbe Sub-23, del 14 al 23 de octubre próximo, en Taipéi de China, y la aun mayor exigencia de desplegar un certamen de calidad en el estreno de la Liga Élite del Beisbol Cubano.

Ambas cotas son decisivas de cara a un 2023 retador y cada vez más cerca, pues no pocos de los menores de 23 deben estar enrolados en las principales justas del venidero calendario, a saber: Serie del Caribe (febrero), Clásico Mundial (marzo), Juegos Centroamericanos y del Caribe (junio-julio) y Juegos Panamericanos (octubre-noviembre), a lo que habría que sumar el Premier 12 previsto para ese almanaque, pero pendiente de fecha por la Confederación Mundial de Beisbol y Softbol.

Por eso la preparación y el desarrollo de las dos cotas que le quedan a 2022 son tan importantes, pues lo que dejemos de hacer ahora no habrá tiempo de realizarlo frente a esos compromisos de envergadura. Una Liga Élite sin rigor, desde todos los puntos de vista, entiéndase aseguramiento, arbitraje, competitividad y rivalidad, en otras palabras, sin motivación, puede frustrar el objetivo en cualquiera de las grandes exigencias de 2023.

También pasaría lo mismo de no llegar con el equipo Sub-23 en buena forma a la convocatoria de Taipéi de China. Hoy esa preselección tiene a peloteros que deben asumir, ya, las grandes responsabilidades en el equipo mayor. Por ejemplo, Pedro Pablo Revilla, Guillermo García, Christian Rodríguez, Naykel Cruz, Oscar Hernández, Erick Christian González, Andy Vargas, Marlon Vega, Frank Abel Álvarez o Randy Cueto, entre otros, ya tienen camino recorrido internacionalmente y en las series nacionales de mayores.

El certamen mundialista Sub-23 es, de hecho, un mayúsculo reto, pues hoy el mundo beisbolero está plagado de talentos en esa categoría. Venezuela, que defenderá su trono, tiene jugadores de muchas perspectivas, al igual que México, ganador del premundial en el que Cuba quedó segunda; y relevante será ver el pitcheo de los asiáticos Japón, Sudcorea y Taipéi de China.

La I Liga Élite comenzará el día 8, y ya fueron anunciadas las nóminas de los seis elencos, así como sus cuerpos de dirección. A primera vista, el recién nombrado director de la principal selección cubana, Armando Jonhson, tendrá –al menos en el papel– la oportunidad de ver una lid muy balanceada en cuanto a la potencia de los equipos. Las seis plantillas muestran, insuficiencias a un lado, un nivel parejo entre los tres órdenes de juego: pitcheo, defensa y ofensiva. Sin embargo, en un primer acercamiento, y sin entrar en los pequeños detalles, en nuestra opinión Centrales conforma el grupo más balanceado.

Habrá que ver cómo se comporta la lid, porque enfrentarse a los ahora Agricultores de Carlos Martí es casi una odisea ante tanto poder al bate; aunque no con tanta dinamita los maderos de los Cafetaleros, del mentor holguinero Héctor Hernández, son de temer, como lo es el pitcheo de los Tabacaleros de Alexander Urquiola, o el ímpetu de los Portuarios, dirigidos por Michael González, capaz de sacar de una brisa un viento huracanado. Es retadora la misión de Ganaderos, con el estreno de Héctor Huelga en el puesto de mando, pero material humano tiene para trabajar.

Por lo pronto, cada conjunto tendrá el incentivo de ir a buscar el trofeo mayor, pues el ganador se vestirá de Cuba en la Serie del Caribe, en febrero venidero.

odh/Granma

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