Todo estudiante sabe que una graduación es una encrucijada:
recibir un diploma es tanto el final de un recorrido como el inicio de un viaje
en el que la experiencia diaria pondrá a prueba los conocimientos adquiridos
durante meses y años. Y este 30 de junio, la alegría de celebrar lo aprendido y
de ponderar sobre un prometedor futuro les correspondió a los graduados de la Escuela Taller de La Habana Gaspar Melchor de Jovellanos,
que tuvieron como suya la sede de Habana Espacios Creativos.
En sus palabras de apertura, el director de la Escuela Taller, Carlos Bauta
Martín, reconoció el valor de esta graduación, la primera integrada por quienes
comenzaron a estudiar después de la desaparición física del Historiador de la
Ciudad, Eusebio Leal Spengler. Sin obviar las dificultades por las que vive el
país, Carlos Bauta destacó que este es el momento para la esperanza, y que el
éxito de las personas de oficio está en hacer lo que a ellas de verdad les
apasione.
Para inspirar a esta nueva generación de gentes de oficios, algunos
egresados de este centro aprovecharon la ocasión para compartir sus
experiencias, sus desafíos y sus logros.
Fabián Menéndez, egresado en la especialidad de carpintería,
contó sus experiencias como líder del proyecto FAMEGA. En su taller, Fabián y
sus trabajadores no solo fabrican el mobiliario de locales, sino que
manufacturan bastones, andadores y otros productos para facilitar el cuidado de
personas de la tercera edad y su calidad de vida. Asimismo afirmó que él
se mantiene vinculado a la escuela, porque quiere devolver la educación y la
formación que le fue otorgada.
Reinaldo Rodríguez Jay, graduado en cantería, narró cómo
Leal lo convocó al que es ahora el Gabinete de Restauración de la Oficina del
Historiador de la Ciudad de La Habana, del cual es especialista y recomendó la
superación constante asegurando que los oficios necesitan del conocimiento.
La historia de Irena Martínez Rodríguez fue una de perseverancia y esfuerzo,
que se vieron premiados tras años de mantenerse fiel a su sueño. Aún con la
ayuda y guía de Leal, su taller de vitrales tardó años en materializarse, por
lo que además de constancia, Irena recomendó luchar por lo que se quiere y
trabajar en pos de conseguirlo.
Alberto Chía Collazo, egresado en la especialidad de albañilería y actual
profesor de la Escuela de Taller de La Habana, agradeció la guía de sus
profesores y la camaradería de sus compañeros, y les aconsejó a los graduados
que aprovechen las oportunidades de estudio, y que centren siempre sus aspiraciones
en algo objetivo.
En sus palabras de aliento a los egresados, el Dr. Félix Julio Alfonso,
Decano del Colegio Universitario San Gerónimo de La Habana, manifestó que la
creación de la Escuela Taller de La Habana fue una de las dichas de Eusebio
Leal, y este centro de estudios ha logrado mantener una cultura de la profesión
que es digna de admirar. Les recordó que la OHCH les brinda la oportunidad de
seguir estudiando, y que con su diploma de graduados las puertas del Colegio
San Gerónimo quedan abiertas para ellos.
Por su parte, Gladys Collazo habló de las posibilidades de colaboración que
se implementarán entre la Escuela de Taller de La Habana y el Colegio de Santa
Clara, que ella dirige, y que está pronto a abrir sus puertas. Collazo destacó la
labor que los egresados de la Escuela Taller han realizado hasta ahora en el
Colegio Santa Clara, y que una vez que este esté concluido, se convertirá en un
espacio dedicado no solo a labores prácticas, sino también investigativas.
Ariam Mayor Magdalenta, especialista principal de Habana Espacios Creativos,
habló de las oportunidades que se abren para los graduados con las
posibilidades que brindan los emprendimientos y las Mypimes. Aseguró que el
éxito de un emprendimiento está en hacer bien lo que uno desea hacer. “Los
emprendimientos necesitan de alianzas y de buenas dinámicas de trabajo en
equipo y las redes sociales son un nuevo espacio en el que pueden promoverse y
prosperar”, aseguró el especialista.
Las palabras de clausura estuvieron a cargo de Perla Rosales, Directora
General Adjunta de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana, quien
habló sobre la necesidad de fortalecer las capacidades de restauración de la
Oficina, para lo cual el talento y el esfuerzo de esta generación de recién
graduados siempre será bienvenido.
Perla Rosales destacó la restauración del Capitolio como un logro de la
Escuela de Taller, y el mayor orgullo de Eusebio Leal. Afirmó que el
conocimiento de los restauradores inspirados por Leal es respetado en todo el
mundo, y está siendo solicitado en países como Panamá, Trinidad y Tobago y
Bahamas, aunque todavía queda muchísimo trabajo por hacer en La Habana. “El
paso más importante ya lo tomaron, ya cursaron por la Escuela de Taller de
Leal, que tantos añoran, y nuestro trabajo ahora es el de acompañarlos por el
resto del camino”.
Fotos: Tomadas de Habana Radio
lgl/Habana Radio
0 Comentarios
Con su comentario usted colabora en la gestión de contenidos y a mejorar nuestro trabajo