Atención a las familias damnificadas y a la comunidad, acciones de saneamiento e higienización y actualización de la estrategia de recuperación de una comunidad en transformación.
Venta de
algunos productos en El Fanguito. Foto: Alejandro Basulto
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En las márgenes del Almendares, a unos 400 metros de la desembocadura, está desde hace 23 años la casita de Raúl Pelier Sánchez. En todo ese tiempo, comenta, en El Fanguito el agua ha subido así solo dos veces, “aunque la otra vez no llegó tan lejos como ahora, hasta la ceiba…”
En la mañana del domingo, la familia todavía estaba en acciones de limpieza. El lodo penetró sin respeto la vivienda, llegó a la altura de la meseta de la cocina, dejando inservibles colchones, refrigerador y otros equipos.
Foto: Alejandro Basulto
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Raúl reconoce la celeridad en la respuesta de las autoridades del territorio en la evacuación y posterior atención a las familias damnificadas.
Foto: Alejandro Basulto |
Ante los avisos de la Defensa Civil, en la comunidad El Fanguito, una zona baja, comenzaron a evacuarse las familias de la franja de mayor vulnerabilidad por la crecida del río.
“El viernes fue en el momento más crítico, en que el barrio El Fanguito fue afectado con la crecida del río Almendares sobre niveles no habituales… la crecida precipitada del río sorprendió un poco y hubo que lamentar la pérdida de recursos materiales, no así de la vida humana de ninguno de los de los habitantes”, indicó Osmany Arcia Peñate, presidente de la Asamblea Municipal del Poder Popular, de Plaza de la Revolución.
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“Estuvimos presentes siempre, con un puesto mando de avanzada del Consejo de Defensa Municipal y con todos los recursos para comenzar a hacer las acciones que tenían que ver con el rescate de las pertenencias y un grupo importante de acciones para la protección de la población”, agregó.
Según lo previsto en los planes para este tipo de contingencias, se activaron dos centros de protección, uno, en el Palacio de Pioneros y otro, en una escuela secundaria básica, donde se ubicaron los recursos necesarios para proteger a las personas, incluido un médico.
El sábado, en esta comunidad en transformación comenzaron las labores recuperativas, la evaluación de los daños y la atención a las familias damnificadas, garantizándoles la alimentación, porque fue necesario cortar el fluido eléctrico en la zona para evitar accidentes.
El censo realizado, dijo, arrojó unas 600 personas afectadas, fundamentalmente, 150 núcleos con las mayores perjuicios, al ser los más próximos a la ribera del río.
En esa jornada, con el apoyo del gobierno provincial, se acometieron las labores de recogida de escombros y lodo, que en algunas áreas alcanzó un metro de altura, aún en medio de las condiciones meteorológicas de ese día, con reiteradas lluvias.
“Seguía lloviendo, pero se fue restableciendo poquito a poco la vida de la comunidad, se restableció el fluido eléctrico y se hizo el levantamiento de las afectaciones, con 117 identificadas hasta ese momento, de ellas alrededor de 64 que habían perdido sus colchones y prendas de vestir. En el caso de los efectos electrodomésticos, todavía se está haciendo la defectación para conocer los daños reales que en ese sentido se produjeron en El Fanguito.
Las personas en el centro de todo
A esas familias que se encuentran en los centros de protección les asegura un servicio gratuito de alimentación -desayuno, almuerzo y comida-, un módulo de alimentos.
A su vez, detalló, el gobierno provincial decidió montar aquí puntos de venta de diferentes productos agropecuarios, alimenticios y módulos para las familias afectadas, así como la restitución de la canasta normada a quienes la habían adquirido y la perdieron, “para tener la certeza de que todos los pobladores en la zona baja reciban el alimento necesario y la ayuda para restablecer completamente su situación familiar”.
Como parte del programa de transformación integral del barrio, en esta comunidad se han realizado y se ejecutan acciones constructivas en la vivienda. De acuerdo con el Presidente de la Asamblea Municipal, especialistas de esa dirección en el territorio, solo identificaron algunos daños leves, no así en estructuras ni derrumbes.
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Lodo, fuera
José Luis Espinosa es el director de la Unidad Empresarial de Base No.2 de Servicios Comunales del municipio Plaza de la Revolución. Según sus palabras, “llevamos como tres días con labores fuertes, debido a la inundación, a la penetración y la lluvia, con mucha recogida de desechos sólidos y escombros”.
En cada una de esas jornadas, dice, han evacuado un promedio de 10 a 15, más las cajas Ampiroles para la recogida de escombros. “Pensamos terminar hoy, pero va a ser difícil porque todavía la gente sigue sacando las cosas que se le han echado a perder”, declaró a Tribuna de La Habana.
Repensar las soluciones
El estudio de peligros, vulnerabilidad y riesgos en la ribera del río permitió trazar las acciones para la transformación de esa zona del barrio, entre ellas, la relocalización de 44 viviendas –dentro o fuera del Consejo Popular-, ubicadas en los primeros 20 metros de la franja.
Foto: Alejandro
Basulto
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Hasta los 50 metros, dijo Arcia, existen 116 núcleos, en 100 viviendas. Ahora, al subir el agua a niveles no habituales, es la segunda vez en 70 años que sucede una inundación de esta magnitud, debemos reevaluar y quizás tomar alguna otra decisión, apuntó.
“Se ha hecho un grupo importante de acciones en viviendas hasta los 50 metros que hoy tuvieron una afectación. La evaluación, desde el punto de vista técnico, la están haciendo el Instituto Nacional de Ordenamiento Territorial y Urbanismo y otros actores, y se analizará a escala de la provincia para tomar decisiones y modificar si es preciso la idea inicial de transformación del barrio”, destacó.
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