El organopónico El Roble, del habanero municipio de Guanabacoa, es uno de los cinco megaproyectos de agricultura urbana, suburbana y familiar de La Habana.
Texto y fotos: Richard Ruiz Julién
Casi la totalidad de la hortaliza y los vegetales que necesita el consumo de la capital provendrá de esos establecimientos, la mayoría en un estado precario durante más de 10 años.
El plan de recuperación en el organopónico El Roble es acelerado. La inauguración oficial será muy pronto, en saludo al Triunfo de la Revolución y al Día de la Agricultura Urbana en el país.
En una visita de las principales autoridades del Partido y el Gobierno de La Habana, en compañía del viceprimer ministro de la República Jorge Luis Tapia Fonseca, se pudieron constatar detalles para la finalización del proceso, como la limpieza y el relleno de canteros con materia orgánica.
Se labora también en la instalación del sistema de riego y para rehabilitar la infraestructura de la unidad, todo en tiempo récord pero con calidad y organización en la tarea.
Dentro de las 57 hectáreas de terreno que componen los organopónicos gigantes de la capital, se encuentra además el conocido como de los CDR, ubicado en los contornos de la carretera 8 vías y administrado por la Jefatura Territorial de la EJT Habana.
De las 10 hectáreas, seis ya producen y las cuatro restantes están en vías de recuperación.
Se espera que en el corto plazo los 523 canteros estén listos para la explotación, que se garantizará con las semillas, el abono, las turbinas y la red eléctrica adecuada.
YVL
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