El 22 de noviembre, el mundo entero se une en una sinfonía de ritmos y melodías para celebrar el Día Internacional de la Música.

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Texto Richard Ruiz Julién
Más allá de ser una simple combinación de sonidos, la música es un lenguaje universal que trasciende barreras idiomáticas y culturales, conectando corazones y espíritus a través de sus vibraciones.
Desde las nanas que acunan la infancia hasta las melodías que marcan los ritos de paso de la adolescencia y los himnos que evocan nostalgia en la vejez, la música es una banda sonora ininterrumpida que acompaña y define cada etapa de nuestras vidas.
Moldeando recuerdos y expresando emociones que a menudo las palabras no alcanzan a describir.

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El impacto de la música en las diferentes generaciones es profundo y multifacético.
Para los jóvenes, es una forma de identidad, de pertenencia y de expresión rebelde o de afirmación.

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Para los adultos, puede ser un refugio, un catalizador de recuerdos o una fuente de motivación.
En los mayores, evoca épocas pasadas, manteniendo viva la memoria y ofreciendo consuelo.
Cada generación encuentra en la música un espejo de sus inquietudes, sus alegrías y sus aspiraciones, creando un puente invisible que une a abuelos con nietos a través de una melodía compartida, aunque los géneros difieran.
En este vasto universo sonoro, la música cubana se erige como una de las más influyentes y contagiosas del mundo.
Desde el son y la trova hasta la salsa, el mambo y el jazz afrocubano, sus ritmos vibrantes y sus letras poéticas han conquistado escenarios y corazones en todos los continentes.
Foto tomada de Cubadebate
Es una expresión de la riqueza cultural de la
isla, de su mestizaje y de su alegría inherente, un legado que ha
enriquecido innumerables géneros musicales y que sigue siendo una fuente
de inspiración y disfrute global.
Su cadencia es inconfundible, su energía, inagotable.
Sin embargo, los géneros musicales actuales imponen pautas y códigos nuevos que, como siempre ha ocurrido en la historia de la música, generan controversia en las sociedades.
Las fusiones, las letras explícitas y las nuevas estéticas desafían las convenciones establecidas, provocando debates sobre moralidad, arte y la evolución cultural.
Foto Marianela Dufflar/Tomada de Cubadebate
Lejos de ser un fenómeno nuevo, esta tensión es inherente a la naturaleza dinámica de la música, que siempre ha sido un reflejo y un motor de cambio social.
En el Día Internacional de la Música, es esencial celebrar tanto la tradición como la innovación, reconociendo que cada sonido, cada ritmo, aporta a la compleja y hermosa sinfonía de la existencia humana.
YVL
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