Los trabajos de reparación capital de 100 ómnibus del transporte público de La Habana, que se realizan en la Empresa Productora de Ómnibus Evelio Prieto Guillama (CAISA) ubicada en Guanajay, Artemisa, avanzan según lo planificado.
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| Foto tomada de la página en facebook del ministro de Transporte de Cuba Eduardo Rodríguez Dávila |
Según compartió en su página de la red social facebook el ministro de Transporte de Cuba Eduardo Rodríguez Dávila, las aspiraciones del equipo de trabajo de la Evelio Prieto son ambiciosas.
Actualmente se trabaja con el objetivo de cerrar el año con no menos de 20 ómnibus completamente reparados, para continuar de manera ininterrumpida con los 80 restantes el próximo año.
De las misma forma, precisó Rodríguez Dávila, desde la Empresa Provincial de Transporte de La Habana, se realiza un seguimiento continuo para agilizar la gestión de los elementos faltantes y apoyar a CAISA.
Esto con el único objetivo de que los ómnibus, equipados con nuevos y óptimos sistemas, se incorporen a la transportación en la capital en el menor tiempo posible.
Su incorporación será paulatina, según el ritmo productivo de la fábrica, pero representará un beneficio tangible: la reintegración de unidades en buenas condiciones técnicas que circularán diariamente, lo que fortalecerá de manera crucial un servicio del que depende toda La Habana.
Aunque La Habana necesita en su servicio de transportación pública mucho más que 100 ómnibus, los que hoy se recuperan contribuirán a aumentar la cantidad de pasajeros transportados cada día.
A esto se sumará la adquisición el próximo año de ómnibus eléctricos y otras inversiones en curso con el propósito de mejorar la transportación pública en La Habana, a partir de los propios ingresos generados por el sistema de transporte.
Ingenio y constancia marcan el avance de este proyecto de gran envergadura
El titular de transporte de Cuba Eduardo Rodríguez Dávila compartió en su publicación de facebook, que este proyecto de gran envergadura, se activa gracias a un donativo del gobierno de la República Popular China.
Gestionado a través del ministerio de Transporte y de la Empresa Provincial de Transporte de La Habana, que contrató a CAISA la ejecución de esta compleja tarea, con participación del Fondo para el Desarrollo del Transporte Público.
Con el arribo del donativo, se desplegó toda la logística y se organizó un sistema de puestos de trabajo basado en la experiencia productiva de CAISA, que cuenta con más de treinta años en la fabricación y ensamblaje de ómnibus.
El proceso actual, una implantación tecnológica, se enfoca en completar las fases de mecánica, electricidad, terminación y pintura, para luego proceder a las pruebas finales y la explotación de los vehículos.
El corazón de la reparación se encuentra en el taller de mecánica y electricidad, un espacio organizado en cinco puestos de trabajo principales con sus respectivas estaciones auxiliares de preparación.

Foto tomada de la página en facebook del ministro de Transporte de Cuba Eduardo Rodríguez Dávila
La complejidad de trabajar sobre un
ómnibus completamente ensamblado requiere del uso de gatos elevadores para
acceder a todos sus sistemas, equipos con los que cuenta la empresa gracias al
donativo.
El proceso comienza en el Puesto 201 dedicado a la electricidad.
Todo el proceso comienza en el Puesto 201, dedicado a la electricidad, donde se desmontan por completo todos los mazos de cables principales (delanteros, traseros y de freno) que estaban deteriorados.

Foto tomada de la página en facebook del ministro de Transporte de Cuba Eduardo Rodríguez Dávila

Luego, se instalan y conectan los nuevos mazos provenientes del donativo, integrando el sistema eléctrico renovado con los distintos componentes del vehículo.

Foto tomada de la página en facebook del ministro de Transporte de Cuba Eduardo Rodríguez Dávila

Foto tomada de la página en facebook del ministro de Transporte de Cuba Eduardo Rodríguez Dávila
A continuación, en el puesto conocido como "la fosa", se trabaja en el sistema de suspensión, los puentes tractivos y otros elementos que han cumplido su vida útil o están dañados, y se sustituyen por los nuevos.
Los componentes retirados que todavía se encuentren en buen estado serán enviados posteriormente a otras empresas para su reparación y reutilización futura.
El tercer puesto está dedicado al sistema neumático. En esta etapa se revisan, sustituyen y prueban todos los componentes: racores, válvulas, conductos, tanques y depósitos.
El objetivo es garantizar la hermeticidad total del sistema, sin fugas de aire, para un funcionamiento seguro y eficiente.

Foto tomada de la página en facebook del ministro de Transporte de Cuba Eduardo Rodríguez Dávila
Uno de los eslabones más cruciales es el puesto de motores. En una estación auxiliar, se prepara y monta el motor con todos sus agregados antes de ser instalado en el ómnibus.
Una vez colocado, se realizan las conexiones eléctricas al sistema principal.
Adyacente a este, un puesto especializado en electricidad, se encarga de todo el sistema de luces exteriores, el panel de instrumentos, las pizarras de control y la sustitución integral del sistema de fusibles.
Finalizada esta etapa, se procede al llenado de los fluidos esenciales: combustible, lubricantes y aceites, para realizar el primer encendido y una prueba de movilidad que verifica el funcionamiento del motor, las puertas y los sistemas neumáticos.
Una vez aprobado, el ómnibus pasa a la nave de terminación. Allí, se sustituye toda la cristalería dañada (ventanillas y losetas) y se reparan las bases de los asientos, instalando asientos nuevos donde los originales están partidos o deteriorados, con el fin de elevar el confort y la presentación a los estándares del fabricante.

Foto tomada de la página en facebook del ministro de Transporte de Cuba Eduardo Rodríguez Dávila
También se reemplazan todos los revestimientos interiores
que se encuentren en mal estado.
El penúltimo eslabón es la nave de pintura, equipada con cabinas especializadas.

Foto tomada de la página en facebook del ministro de Transporte de Cuba Eduardo Rodríguez Dávila
Aquí, el
vehículo recibe un completo proceso de lijado, preparación de la superficie,
aplicación de pintura interior y final, y el pintado de las líneas y detalles
identificativos.
Tras la pintura, se coordina con la Dirección de Tránsito para realizar las pruebas de rigor directamente en las instalaciones de la fábrica. Si se detecta algún detalle, el vehículo regresa al área correspondiente para su corrección antes de ser dado por listo.
Este proyecto no ha estado exento de desafíos. La recepción del donativo en la fábrica fue compleja debido a la cantidad de contenedores.
Otro obstáculo son las afectaciones provocadas por la situación energética que enfrenta el país, ya que los cortes eléctricos ralentizan la mayoría de las labores.
Aunque en este sentido el minstro de transporte señala en su publicación que para enfrentar este problema, se han creado soluciones manuales por parte del personal de los talleres y se optimizan las tareas durante los horarios de disponibilidad energética.
Asimismo, se ha tenido que fabricar localmente o gestionar a través de la empresa provincial aquellos pequeños agregados y piezas que no fueron incluidos en el donativo procedente de China.
YVL

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