El Ministerio de Cultura de Cuba informó con profundo pesar el fallecimiento de Zenaida Armenteros, una de las figuras más emblemáticas del arte popular en el mayor archipiélago de las Antillas.
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Fallece en La Habana Zenaida Armenteros. Su porte, su voz grave y cálida, y su estilo majestuoso la convirtieron en un referente indiscutible de la cultura cubana/Foto tomada de la página de Facebook de la Uneac
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Primera bailarina, cantante, actriz y fundadora del Conjunto Folklórico Nacional de Cuba, Armenteros dedicó
su vida a la preservación y dignificación de la identidad cultural
cubana, conquistando al público con su talento y sencillez.
Desde su página en la red social Facebook la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac) compartió "Se marcha una figura esencial de la danza escénica de inspiración folclórica en Cuba, una mujer que hizo de la tradición un acto de creación viva y siempre renovada".
Zenaida Armenteros nació en el barrio habanero de Carraguao, en el municipio Cerro, desde niña bebió de las fuentes populares, de los cantos y bailes que le dieron la savia de su arte.
Cuando se fundó el Conjunto Folklórico Nacional de Cuba en 1962, fue una de sus pilares, y con el tiempo alcanzó las más altas jerarquías: Primera Bailarina, Primera Actriz y Primera Cantante.
Su carrera, indisolublemente ligada a esa institución, fue también un testimonio de la riqueza del folclor afrocubano y de la capacidad de la escena para dignificarlo y proyectarlo al mundo.
Armenteros brilló por la fuerza de su vuelo interpretativo, por su expresividad vocal y corporal, por la hondura simbólica de cada uno de sus gestos.
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Foto tomada de Cubadebate
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Con la misma intensidad encarnaba a una divinidad yoruba, interpretaba un canto ritual o transmitía la cadencia de un baile popular.
En ella se unían la precisión técnica, el magnetismo escénico y la fidelidad a las raíces.
Su entrega fue reconocida con importantes lauros: el Premio Nacional de Danza en 2005, la Medalla Alejo Carpentier, la Distinción por la Cultura Nacional y la condición de Artista de Mérito de la Uneac, entre muchos otros.
Más allá de los reconocimientos oficiales, lo que mejor habla de Zenaida Armenteros es la huella imborrable que dejó en el público, en sus colegas, en los discípulos que bebieron de su ejemplo, y en quienes comprendieron que tradición y contemporaneidad no son caminos opuestos, sino vasos comunicantes.
Con su fallecimiento, la cultura cubana pierde a una de sus voces más legítimas y poderosas.
Pero el legado de Armenteros seguirá vivo en cada puesta del Conjunto Folklórico Nacional de Cuba, en los escenarios donde la danza afrocubana se levanta como estandarte, en las nuevas generaciones que entienden que la memoria cultural también se baila.
Zenaida Armenteros será recordada como una artista integral y una de
las más grandes exponentes del folclor cubano, cuyo trabajo marcó
generaciones, y seguirá siendo inspiración para las nuevas voces y
cuerpos danzarios del país.
Con información de Cubadebate y las páginas de facebook de la Union de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac) y el Ministerio de Cultura de Cuba.
YVL
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