Bola de Nieve, habanero, cubano, universal

Era el 11 de septiembre de 1911 un día como cualquier otro en la Tierra, en Cuba, en La Habana... pero en la Villa de la Asunción de Guanabacoa ocurrió algo muy especial: ese día nació Ignacio Jacinto Villa Fernández. 

Ignacio Jacinto Villa Fernández  (Bola de Nieve)/Foto tomada de Tribuna de La Habana

Texto Rosa Pérez López

Mas en aquel momento nadie pudo presentir que aquel niño al paso de los años se convertiría en una gloria de nuestra cultura... y que sería conocido y reconocido en el mundo entero como Bola de Nieve.

Un artista irrepetible que desde la niñez echó su suerte con las teclas de un piano... o quizás fuera el teclado blanquinegro el que tomara la iniciativa de entregarse a él. 

Un ser tan habanero, tan cubano y tan universal, en cuya voz de persona -como él solía decir jocosamente- se nos volvieron de carne y hueso "Mamá Inés" y "Mesié Julián"; derramó más lisura del puente a la alameda "La Flor de la Canela"; y la existencia tornaba de color al interpretar "La vida en rosa".

Ese elegante Bola de Nieve que vistió de frac el mambo, y se convirtiera en el mejor anfitrión de las noches habaneras cuando en el restaurante "Monseñor" complementaba el sabor de los más exquisitos platos con su voz abarcando todos los espacios de ese acogedor lugar y sus manos desgranando melodías en el piano.

Ese criollo Bola de Nieve que rechazó tentadores ofrecimientos de abandonar para siempre la tierra que lo vio nacer, porque -según su chispeante decir- en cualquier lugar del mundo echaría mucho de menos la cola del pan.

Ese culto Bola de Nieve capaz de cantar en varios idiomas, entre ellos el inglés, para entregarse en cuerpo y alma en el tema "Ten cuidado, es mi corazón". 

Sin embargo fue su corazón quien le hizo una trastada al dejar de palpitar el 2 de octubre de 1971,  mientras se presentaba muy exitosamente en México.

"No dejes que te olvide"... había suplicado el también inspirado compositor Ignacio Villa en una de sus hermosas creaciones, tal vez sin suponer que él  tampoco dejaría que sus eternos admiradores olvidáramos a ese habanero y cubano tan universal que por siempre será Bola de Nieve.

YVL