El más honroso y legítimo Precedente

El 16 de agosto de 1925 -hace hoy exactamente cien años- dos hombres de generaciones diferentes, inspirados en el mismo propósito de emancipación y justicia social fundaron el primer partido marxista-leninista en nuestro país.

 

Carlos Baliño y Julio Antonio Mella, fundadores del primer Partido Comunista de Cuba/ Foto: Archivo de Granma

Texto Rosa Pérez López

Eran el veterano luchador Carlos Baliño, quien junto al Apóstol José Martí creara en 1892 el Partido Revolucionario Cubano encargado de convocar y aglutinar a los patriotas que participarían en la Guerra Necesaria por la independencia de nuestra patria; y Julio Antonio Mella, el joven dirigente estudiantil que había impulsado la Reforma Universitaria y la creación de una Universidad Popular a la cual tuvieran acceso los obreros, los campesinos, las clases más desposeídas del país.

En el crisol de una avanzada ideología que se oponía a siglos de explotación e injusticia, se fundió la voluntad de esos dos emancipadores para legarnos aquel primer partido marxista-leninista, que desde su surgimiento debió enfrentar la persecución de la tiranía machadista y la consiguiente represión a su militancia.

Muchos años debieron transcurrir para que una organización como aquella fuera reconocida en Cuba como una fuerza vital en la edificación de una nueva sociedad. 

Sólo después del triunfo revolucionario se agruparon en las Organizaciones Revolucionarias Integradas (ORI) y en el Partido Unido de la Revolución Socialista (PURS) los integrantes del Partido Socialista Popular (PSP) y del Movimiento 26 de Julio entre otros, alentados todos por el empeño de construir un justo sistema social sin explotados ni explotadores.

Primer Congreso del Partido Comunista de Cuba/Foto: Archivo de Granma

 

Fue histórico el momento cuando el veterano dirigente comunista Blas Roca Calderío le entregó las banderas de esas organizaciones políticas de vanguardia al Comandante en Jefe Fidel Castro para que, nuevamente, en dos generaciones diferentes se expresara la voluntad de lucha de todo un pueblo. 

La misma que se manifestó cuando en una inolvidable noche de 1965 muchos hombres y mujeres pidieron a una sola voz durante la presentación de su primer Comité Central, que aquel Partido llevara por nombre Comunista.

Hoy 16 de agosto es preciso recordar esa historia, y sobre todo el papel fundacional de Carlos Baliño y Julio Antonio Mella, quienes hace exactamente cien años crearon aquel partido marxista-leninista: el más honroso y legítimo precedente del glorioso Partido Comunista de Cuba que encauza y dirige la invencible obra de la Revolución.

YVL