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Adiós, yo marcho a defender mi Patria

Este 30 de Julio, Día de los Mártires de la Revolución, revivió en La Habana la memoria de los caídos y el ejemplo de quienes lo dieron todo por un futuro mejor, por una Patria para todos. 
 
 
Texto y foto: Ricardo R. Gómez Rodríguez
 
A ellos deben dedicarse hoy todas las honras, por ellos cada cual tiene el adeudo de empinarse con el mayor esfuerzo, desde repetidas trincheras; el pupitre, el torno, el surco, los molinos, la consulta médica, las canchas deportivas, las artes. 
 
Aunque en estos tiempos las murallas sean altas, es imposible abandonar el camino porque la ruta escogida por la Generación del Centenario, por quienes nunca dejaron morir al Apóstol, es una guía trazada y queda mucho por hacer todavía.
 
Nos nutre la fuerza del paradigma que dejó Martí y también de aquellos versos, como el poema Abdala, escrito en el lejano enero de 1869. 
 
 
Esas estrofas resonaron en voces jóvenes en el Parque de los Mártires, del municipio Plaza de la Revolución:
 
Como Cuántos tormentos!... cuán terrible angustia!
Mi madre llora... Nubia me reclama...
Hijo soy... nací nubio... ya no dudo,
Adiós! Yo marcho a defender mi patria!
 
Los integrantes de las nuevas generaciones en la capital, amanecieron ante las tumbas de quienes dieron lo más preciado de todo: la vida.
 
Luego subieron en marcha unida, niños, adolescentes, mujeres y hombres, desde La Chorrera, hasta el parque próximo a las márgenes del río Almendares y calle 23. 
 
Allí, incrustadas en las paredes, en lápidas de bronce, están los nombres de los asesinados a muy temprana edad.
 
Ofrendas florales se erguían bajo los árboles en honor a los más de 20 mil caídos en los años finales de la lucha, entre ellos Frank País y Raúl Pujol, precisamente un día como hoy, en las calles de Santiago de Cuba.
 
Los arbustos más viejos del parque habanero, son testigos de torturas, atropellos y crímenes, porque en las áreas donde hoy crecen sus raíces y los infantes se columpian, radicaron instalaciones del antiguo Buró de Investigaciones de la tiranía de Fulgencio Batista y otros esbirros, amparados por gobiernos norteamericanos. 
 
En ese lugar, el homenaje fue de todo el pueblo esta mañana de sol. Presentes estaban María Teresa Agostini Suris, María Isabel González Vergara y Xiomara Fortuny Lancís, hijas -respectivamente- de los mártires Jorge Agostini, Sergio González y José Mario Fortuny.
 
La hidalguía y hechos narrados por ellas, sirven para retomar fuerzas y también pudieran motivar otras crónicas. La que más tiempo estuvo junto al papá, solo tenía 11 años, cuando las balas de los tiranos acabaron con sus vidas.
 

Queda la reminiscencia del ejemplo ante nuevas epopeyas.

 
En la jornada, tuvo lugar un acto presidido por Liván Izquierdo Alonso, miembro del Comité Central y primer secretario del Partido en la ciudad y Roilán Rodríguez Barbán, primer secretario del Partido en el municipio, entre otros miembros del Buró Provincial y Raúl Alejandro Palmero Fernández, primer secretario de la Unión de Jóvenes Comunistas, en la capital.
 
Este último agradeció la presencia de integrantes de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana y de una brigada del Comité de Acción Comunista de Bélgica, del Partido de los Trabajadores y de Estudiantes por el Cambio, de esa nación europea.
 
 
Raúl Palmero expresó: “Las juventudes cubanas actuales nacimos después del Período Especial". 
 
"Hemos crecido bajo un bloqueo recrudecido y carencias múltiples que nos impiden saber lo que es vivir en la normalidad". 
 
"Los más adolescentes no pudieron escuchar a Fidel en la Plaza ni acompañarlo personalmente en grandes victorias y han tenido que reinventarse su noción de la realidad en medio de una distorsión permanente, con millones de dólares financiados desde Estados Unidos, para generar contenidos digitales, que promueven la banalidad, perdida de valores y la desconstrucción de la cubanía".
 
"Pero aún bajo esas condiciones, no han podido, ni podrán, volver a llenar las calles de muertos”…
 
Vuelve entonces a la memoria el poema Abdala.
 
Y tan alto es el número de lanzas
Que el enemigo cuenta, que a su vista
La fuerza tiembla y el valor se espanta:
 
Nuevos militantes del PCC y la UJC recibieron sus carnés acreditativos
 
En la ceremonia, en una de las pantallas gigante, se vio y escuchó la voz de Fidel Castró declamando los versos de Rubén Martínez Villena y reiterando la frase inmortal: “Desde aquí te decimos Rubén, que el 26 de Julio fue la carga que tú pedías”.
 
El líder histórico de la Revolución fue también quien alertó durante los días del triunfo, algo en lo cual tuvo razón, que los tiempos por venir serían más difíciles.
 
Sin embargo, los cubanos nunca conocieron la derrota, y esa es la razón capaz de aupar la conciencia y hacer brotar el sudor, en momentos duros, siempre pensando en la victoria. 
 
Morir sabremos: hijos de la patria,
Por ella moriremos, y el suspiro
Que de mis labios postrimero salga
 

YVL

 

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