Michelena, la vida en un bolsillo

Jorge Luis Michelena nació con un alma buena. Su pasión por la radio creaba una sensación de complicidad con sus colegas. Lo descubrí poeta, de los buenos, los que saben abrazar con un verso. Así lo hizo en la radio como locutor, guionista y director de programas. 

Texto Abel Rosales Ginarte 

En su querida Radio Jaruco, en Radio Progreso y en Metropolitana, una de las emisoras más queridas de La Habana, entregó la vida. Y de eso se trata la radio, de darse sin esperar mucho a cambio, de contarle a la gente las maravillas que nos envuelven.

La muerte nos sorprende con su nombre en La Habana. Intentamos dedicarle un programa de radio, pero Michelena estuvo tantas veces al borde de la muerte que siempre lo dejamos para otro día. “Siempre nos vamos a morir Abel”, me dijo la última vez que nos vimos en Radio Metropolitana. 

Los premios y reconocimientos lo emocionaban, pero lo que lograba estremecerlo era el cariño de los oyentes. 

Programas como, De noche en La Habana o Mezcla le granjeraron historias impresionantes con los seguidores también en redes sociales.

 “Aún cuando tengo hambre porque no hay nada cerca para comer... o la sed que exaspera me seca la garganta... o los -no hay- intentan desbaratarme las ganas... sigo ahí, a toda costa...”, escribió en su página de Facebook el 1 de diciembre de 2024, el Día del Locutor en Cuba. 

Y concluyó: “Gracias a todos mis oyentes porque aún en sus tormentas nunca me abandonan”.

Jorge Luis podía estar roto por dentro pero nunca para sus oyentes. Su gente de Mezcla: Guille, Moraima, Luis Ernesto y Radamé saben que en algún sitio espacial Michelena sonríe porque la pasión por la radio no tiene límites.

Uno de esos días difíciles escribió: “¿Por qué no me dejan toda la vida para morir a mis anchas celebrando esta broma de todos los dias?” Alguién tendrá que salvar sus poemas, los verdaderos confidentes de sus días.

Ahora que la radio en La Habana despide a Jorge Luis Michelena uno de sus más valiosos artistas, vuelvo sobre sus versos. 

“Cuando aparezca la madreselva en mis ojos  ya será muy tarde se habrá borrado todo el verde de mi pasado  y un hilo de dudas sostendrá mis pasos. Correrán las horas dejando escapar todos mis lamentos, en un espanto de arrepentimientos. Solo así,  una noche de cualquier mañana caeré en el sitio exacto del olvido  llevándome la vida en un bolsillo”. 

Con la vida en un bolsillo Jorge Luis Michelena, creó su propio mundo y lo compartió con los que estuvimos a su alrededor.

Gracias por tu eterna pasión. 

 

YVL