Tal como trascendió en la última sesión del parlamento cubano, uno de los mayores retos que enfrenta la administración tributaria es la subdeclaración de impuestos por parte de los contribuyentes.
La evasión fiscal, un delito previsto en el ordenamiento jurídico cubano, constituye una conducta totalmente incorrecta, sobre todo, en medio del déficit de ingresos al presupuesto del Estado con el consecuente impacto en los programas sociales.
Según cifras del Banco Central, la deuda de solo 44 cuentapropistas y 18 mipymes importadoras ascendía a 173 mil millones de pesos, correspondientes a importaciones del presente y pasado año.
Con el propósito de mitigar esa conducta evasora en la actividad mayorista se aprobaron nuevas disposiciones para los actores no estatales, con las que también el gobierno aspira lograr una disminución de los precios.
Con información de Radio Reloj.
ACB
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