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Industriales: el último aldabonazo

 Para nada halagüeñas las estadísticas que el equipo dejó luego de concluido el segundo tercio del calendario regular de la LXIII Serie Nacional de Béisbol

Foto: Boris Luis Cabrera Acosta

Las estadísticas que el equipo Industriales dejó luego de concluido el segundo tercio del calendario regular de la LXIII Serie Nacional de Béisbol no son para nada halagüeñas.

Los parciales pueden estar satisfechos por el lugar que ocupa su equipo en la tabla de posiciones, pero más allá de alcanzar uno de los boletos para entrar en la postemporada, el objetivo principal no ha variado desde aquel año 1963 cuando debutaron en Series Nacionales: ganar la corona.

Un equipo con semejante historia a cuestas y con más trofeos que nadie en sus vitrinas no puede tener una meta diferente a pesar de ser atacado por ausencias, lesiones u otros demonios.

Después de comparar con los otros conjuntos contendientes el accionar de los felinos sobre el terreno durante los primeros 50 partidos, no hay dudas que deberán mejorar mucho algunos aspectos de juego para poder aspirar a ganar su corona número 13 en nuestros torneos domésticos.

Materia prima tienen suficiente para escalar a lo más alto del podio y lo han demostrado cuando se crecen ante equipos aparentemente superiores, aunque luego sean dominados por algún bisoño o desconocido, como ha ocurrido varias veces.

En los tres departamentos de juego mostraron deficiencias que, gracias a algunas individualidades, no golpearon tan duro en estos dos tercios de competencias, pero pueden ser claves en partidos donde se eleven las tensiones y el nivel de los contrarios.

La defensa tuvo problemas y no solo por las 62 pifias cometidas y su pobre average de fildeo de .967.

Los errores provocaron que los rivales anotaran un total de 60 carreras sucias, solo superados en este acápite negativo por los equipos de Cienfuegos (66) y Sancti Spíritus (72), aspecto este que en muchas ocasiones echó por tierra la labor de los lanzadores.

Si le sumamos que los relevistas capitalinos permitieron 5.46 carreras limpias cada nueve entradas (lugar 11) y bolearon a 6.46 bateadores por partido (lugar 15), nos damos cuenta por qué se escaparon tantas victorias en las postrimerías.

Por otra parte una decena de escuadras exhibieron mejor promedio ofensivo que los .288 de Industriales y un total de 11 produjeron más con hombres en las almohadillas (.292).

Cuando anclaron corredores en posición anotadora solo Oscar Valdés y Yasiel Santoya superaron el 30 por ciento de efectividad remolcando a sus compañeros, un detalle que también ha conspirado con la obtención de algunos triunfos.

A los serpentineros abridores del equipo de las letras góticas hay que hacerles un altar en medio de estas turbulencias, cuando vemos que por desafío apenas aceptaron 3.84 anotaciones limpias (primeros empatados con Villa Clara) y abanicaron 5.73 bateadores (segundos).

Esto propició que la mayoría de los partidos de los Leones fueran muy cerrados en los dos primeros tercios o que llegaran con ventaja a los últimos capítulos.

La buena noticia es que el rendimiento y los números que van dejando después de cada pleito van mejorando con el paso de las jornadas, cuando ha sonado en la puerta el último aldabonazo antes de la recta final.

Por/Boris Luis Cabrera

odh

 

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