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En vivo: Presiden Raúl y Díaz-Canel acto central por el aniversario 65 del levantamiento en Cienfuegos



El líder de la Revolución Cubana, General de Ejército Raúl Castro Ruz y el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, están en Cienfuegos para rendir tributo a los caídos en el levantamiento popular armado del 5 de septiembre de 1957

7:45 a.m. LA UNIDAD HA SIDO UN PRINCIPIO SAGRADO QUE NOS HA PERMITIDO LLEGAR HASTA AQUÍ

Roberto Morales Ojeda, miembro del Buró Político y Secretario de Organización del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, pronunció las palabras centrales del acto por el aniversario 65 del levantamiento en Cienfuegos.

En su intervención hizo referencia a la convicción estratégica y el sacrificio por la libertad de Cuba, puntos comunes entre los hechos del 26 de julio de 1953 y del 5 de septiembre de 1957.

Rememoró la admirable actitud de los combatientes y del pueblo cienfueguero, personas humildes que acudieron a luchar bajo las órdenes del Movimiento y demostraron su disposición a enfrentar a la sangrienta tiranía.

El triunfo revolucionario y la obra realizada, dijo, son el mayor homenaje a los 34 compañeros caídos, de los cuales muchos fueron torturados y no traicionaron la causa.

El triunfo revolucionario y la obra realizada, dijo, son el mayor homenaje a los 34 compañeros caídos, de los cuales muchos fueron torturados y no traicionaron la causa.

En Cienfuegos, como en el resto del país, la Revolución significó cambios importantes en la educación, la salud, el deporte, la industrialización y el resto de las esferas sociales. A pesar de los avances -precisó Morales Ojeda- estamos conscientes que falta mucho por hacer, principalmente en lo económico.

Asimismo, afirmó que el país enfrenta una batalla económica decisiva en medio de un bloqueo económico y financiero recrudecido por las 243 medidas desplegadas por el equipo de Donald Trump, además de la injusta inclusión en la lista de naciones patrocinadores del terrorismo.

Citó al Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz al asegurar que, a pesar de todo, no han podido detener a Cuba.

Cuestionó la matriz de «Estado fallido» que intentan imponer desde las redes para referirse a Cuba, un país que después de 18 meses ocupa la cima en la tasa de vacunación de la región, estadísticas que se alcanzaron con inmunógenos propios.

Un Estado fallido, explicó, no es el que en medio de una crisis electroenergética nacional mantiene los precios de la electricidad y los combustibles, ni el que organiza un proceso legislativo resultado de la consulta popular de millones de ciudadanos para redactar un Código de las Familias más parecido a ellas.

Recordó que las disposiciones económicas que el país trazó para caminar hacia la recuperación, no son efectivas de forma aislada, sino que es un proceso de encadenamiento y que necesita de la intervención en otros sectores.

Tenemos la responsabilidad histórica, agregó el Secretario de Organización, de demostrar que el socialismo -además de ser el sistema más justo- puede brindar servicios de calidad y con eficiencia. Es difícil, pero no es una quimera, aseguró.

Destacó que el Presidente cubano ha informado oportunamente a la población el programa para detener el deterioro del Sistema Electroenergético Nacional, recuperar otros espacios e invertir en nuevos que permitan una mejor situación.

Los apagones no son justificación para actos vandálicos, cada provocación tendrá una respuesta enérgica dentro del marco legal, acotó.

Morales Ojeda mencionó que, aunque aquel 5 de septiembre Cienfuegos quedó aislada en la sublevación, dejó para la historia una lección de alto valor simbólico. Una de esas enseñanzas indiscutibles de aquel suceso, reconoció, es el valor de la unidad, en aquel momento expresada entre la Sierra y el Llano, sobre todo en función de un objetivo común: hacer a Cuba libre y soberana.

Foto: Tomada del Sitio Web del PCC

«La unidad ha sido un principio sagrado que nos ha permitido llegar hasta aquí y afrontar la arremetida yanqui desde sus inicios», subrayó.

Mantener la unidad significa pasar por encima de egos personales. Somos una sociedad heterogénea y como tal debemos aceptarnos y respetarnos, dijo.

Llamó al pueblo a acudir a este vital principio, más ahora en un contexto donde la manipulación nos acecha constantemente. Ningún revolucionario con acceso a las redes sociales puede permanecer pasivo ante la persecución que se nos hace allí, indicó.

Concluyó sus palabras agradeciendo a los gobiernos, organizaciones y personalidades -en especial a las hermanas naciones de Venezuela y México- que ofrecieron su ayuda en el accidente más complejo que ha enfrentado Cuba: el incendio de la Base de Supertanqueros en Matanzas.

En los 16 caídos en este siniestro, ocurrido hace un mes, estaba la estirpe de los héroes del 5 de septiembre, expresó.

Deseó también pronta recuperación para los heridos que permanecen en instalaciones hospitalarias.

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7:30 a.m. POR ESTA LIBERTAD... HABRÁ QUE DARLO TODO 

En la voz de Corina Mestre se escucha el poema Por esta libertad, de Fayad Jamís, como parte del homenaje cultural al heroico hecho y a los caídos. La música, la danza, la poesía... hacen vibrar la mañana cienfueguera.

Por esta libertad de canción bajo la lluvia

habrá que darlo todo

Por esta libertad de estar estrechamente atados

a la firme y dulce entraña del pueblo

habrá que darlo todo

Por esta libertad de girasol abierto en el alba de fábricas

encendidas y escuelas iluminadas

y de esta tierra que cruje y niño que despierta

habrá que darlo todo

No hay alternativa sino la libertad

No hay más camino que la libertad

No hay otra patria que la libertad

No habrá más poema sin la violenta música de la libertad 

Por esta libertad que es el terror

de los que siempre la violaron

en nombre de fastuosas miserias

Por esta libertad que es la noche de los opresores

y el alba definitiva de todo el pueblo ya invencible.

Por esta libertad que alumbra las pupilas hundidas

los pies descalzos

los techos agujereados

y los ojos de los niños que deambulan en el polvo

Por esta libertad que es el imperio de la juventud

Por esta libertad

bella como la vida

habrá que darlo todo

si fuere necesario

hasta la sombra

y nunca será suficiente

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7:15 a.m. DÍAZ-CANEL: «ES DÍA DE MEMORIA Y HOMENAJE»

El líder de la Revolución Cubana, General de Ejército Raúl Castro Ruz y el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, están en Cienfuegos para rendir tributo a los caídos en el levantamiento popular armado del 5 de septiembre de 1957. 

«Es día de memoria y homenaje. Y también día de celebración y compromiso: por lo hecho y lo por hacer», escribió el Jefe de Estado en la red social Twitter. 

En el parque José Martí de la ciudad de Cienfuegos -escenario de los combates contra la tiranía de Fulgencio Batista- se reúnen los principales representantes de la provincia y el país, junto al pueblo. Después de la ceremonia, se realizará la peregrinación hasta el cementerio Tomás Acea donde reposan los restos de los caídos el 5 de septiembre de 1957.

El Comandante del Ejército Rebelde, Julio Camacho Aguilera, uno de los protagonistas de la insurección armada en Cienfuegos, junto a otros combatientes, está presente en el acto.

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7:00 a.m. CUANDO CIENFUEGOS ENCARÓ A LA TIRANÍA

En Cienfuegos el pueblo se lanzó a las calles en apoyo al levantamiento. Foto: Archivo de Granma

CIENFUEGOS.–En la tarde del 4 de septiembre de 1957, Julio Camacho Aguilera, Miguel Merino Márquez y Dionisio San Román –un alférez formado en la Academia Naval y licenciado por su oposición a la tiranía–, partieron desde La Habana en dirección a la provincia de Las Villas, con la orden de alzamiento nacional.

Al llegar a la ciudad de Colón se dividen. Camacho avisará a los combatientes de Santa Clara, Merino y San Román siguen por el circuito sur y arriban a Cienfuegos, adentrada esa noche. En la casa del obrero Alejando Suárez contactan al dirigente local del M-26-7, Pedro Antonio (Totico) Aragonés Mayor.

Allí ultiman los detalles con Aragonés, y se procede a la movilización de los combatientes del M-26-7. Mientras tanto, en Santa Clara, Camacho coordinaba en casa de Allan Rosell las acciones de apoyo al levantamiento con otros dirigentes provinciales del Movimiento. Pasadas las 12 de la noche, Camacho llega a Cienfuegos.

A propósito del aniversario 65 del levantamiento popular armado del 5 de septiembre contra la dictadura sangrienta de Fulgencio Batista, el historiador de Cienfuegos, Orlando García Martínez, entre los principales estudiosos del tema en Cuba, ofrece a Granma detalles de los principales momentos del hecho histórico.

«En las primeras horas de la madrugada se reunieron los conjurados, para precisar detalles de las acciones en Cienfuegos. La reunión la comenzó Camacho, al explicar que los dirigentes nacionales le habían encomendado encabezar la insurrección armada y designado a San Román, jefe militar del alzamiento.

«A este joven exalférez le correspondió explicar el plan de La Habana, que se alejaba de la esencia del villareño de abrir un frente guerrillero en los lomeríos del Escambray. Con precisión de militar, San Román enuncia la idea de tomar sorpresivamente los cuarteles gubernamentales de la ciudad, tras capturar las armas del Distrito Naval.

«Poco antes del amanecer comenzaron a avanzar sobre Cayo Loco, en dos automóviles, Camacho Aguilera, Dionisio San Román, Aragonés, Merino y otros de los acuartelados en casa del obrero Suárez. Poco después partirían caminando, para el enclave militar de la Marina de Guerra, los hombres acuartelados por Pedro Olascoaga en el Gremio de Carretoneros».  

–Pero luego el factor sorpresa falló…

–Sí, desafortunadamente. El grupo de marinos encargados de apresar al comandante Eugenio Fernández, jefe de la Guardia Rural, en su residencia particular, en el barrio de La Juanita, le resultó sospechoso al escolta. El intercambio de disparos sostenido con este, muerto en la acción, facilitó la fuga de Fernández por la parte posterior de la vivienda.

«Mientras tanto, los revolucionarios que avanzaban sobre la Estación de la Policía Nacional, bajo el mando del sargento Galo Mederos Soto, tampoco pudieron sorprender a los sicarios encabezados por el comandante Eugenio Ruiz Beltrón.

«Las noticias transmitidas por los policías apostados en la subestación de La Juanita pusieron sobre aviso al connotado jefe de las represivas fuerzas policiales, que repelieron con fuego de fusiles y ametralladoras al grupo revolucionario, cuando avanzaba sobre la guarnición desde el Parque Martí y los edificios aledaños.

«Casi al mismo tiempo, otra violenta refriega ocurría en la Calzada de Dolores y su confluencia con la calle Esperanza. Los hechos se desencadenan al enfrentarse el grupo de revolucionarios, comandado por Miguel Merino, que avanzaba sobre el Cuartel de la Guardia Rural, con un auto patrullero de la Policía que, desde la subestación en La Juanita, avanzaba hacia el Parque Martí.

«Las acciones previstas en el resto del país no se produjeron, como consecuencia de la decisión inconsulta de los altos mandos de la Marina de Guerra, comprometidos con el alzamiento, de posponer la sublevación. Ese aviso no llegó a los miembros del Movimiento 26 de Julio, que se lanzaron a cumplir el compromiso, pagando su cuota de sangre en Santa Clara y La Habana».

–¿Cómo fue el apoyo del pueblo de Cienfuegos a la sublevación?

–En Cienfuegos, la Estación de la Policía caería en manos de los revolucionarios alrededor de la diez de la mañana. Por entonces, la multitud se había lanzado a las calles en apoyo al levantamiento. Rápidamente, las armas existentes en las instalaciones militares, ocupadas por los revolucionarios, se agotaron debido a la masiva incorporación popular.

«Mientras una ciudad de la importancia de Cienfuegos estaba en manos de miembros del Movimiento 26 de Julio, marinos sublevados y del pueblo, el resto de la República permanecía en relativa calma. Las emisoras radiales mantenían su habitual programación. Era el primer indicio del fracaso del levantamiento nacional.

«Tampoco los rebeldes reciben señales de apoyo desde otras guarniciones militares. Eso provocó la salida desde Cayo Loco de Dionisio San Román, en el guardacosta 101, para hacer contacto con otras unidades navales, y su apresamiento antes de cumplir la misión.

«Pronto se iniciaría la heroica resistencia en la ciudad de Cienfuegos, de los miembros del 26 de Julio, los marinos y el pueblo. Sobre la ciudad portuaria la tiranía concentró todo su poder. Primero la aviación comenzó el ametrallamiento, con el empleo de aviones B-26. Casi simultáneamente  entraron al Parque Martí las fuerzas del Tercio Táctico de Santa Clara.

«Estas fueron rechazadas en un inicio por algo más de un centenar de combatientes revolucionarios atrincherados en la Jefatura de la Policía, el Ayuntamiento, el Tostadero de café El Sol, el Colegio San Lorenzo, el Palacio Ferrer y otros edificios de los alrededores del parque.

«Los revolucionarios se hicieron fuertes en Cayo Loco y en los alrededores del Parque Martí. Los aviones F-47 y B-26 seguían ametrallando las posiciones rebeldes, mientras tropas movilizadas en La Habana y Matanzas avanzaban por la carretera central. Las tropas gubernamentales de Santa Clara consolidaron sus posiciones y hostigaron a los rebeldes, mientras esperaban la llegada de los refuerzos. Las bajas entre los revolucionarios crecieron desde el mediodía.

«Alrededor de las tres de la tarde las fuerzas de la tiranía recuperaron el Distrito Naval. Un número considerable de sublevados fue hecho prisionero en Cayo Loco.

«El cerco prosiguió estrechándose en torno al Parque Martí y los edificios colindantes. La Estación de la Policía, el Ayuntamiento, el Tostadero de café El Sol y el Colegio San Lorenzo eran los principales bastiones de la resistencia popular. Hacia la zona de los muelles, los combatientes respondían el fuego enemigo.

«Poco a poco la superioridad de las fuerzas del tirano fue reduciendo los focos rebeldes. El cerco de fuego y muerte se fue estrechando alrededor de los revolucionarios, con la llegada de las tropas de Matanzas y La Habana. Alrededor de las cinco de la tarde cesó la resistencia en la Policía Marítima.

«Mientras, en la zona del Parque Martí los combatientes apostados en la droguería La Cosmopolita se retiraron paulatinamente de sus posiciones, y burlaron la vigilancia enemiga.

«El asedio sobre la Jefatura de la Policía se intensificó pasadas las tres de la tarde. Al anochecer, los últimos civiles y varios marinos  lograron, nuevamente, romper el cerco de la tiranía. Por entonces, la fuerza blindada enviada desde el Campamento Militar de Columbia reforzaba las posiciones del Ejército. Cerca de las diez de la noche quiebran la resistencia en la Estación de la Policía e irrumpen disparándoles a todos. Allí son asesinadas nueve personas, incluida una mujer.

«Casi terminando la noche del 5 de septiembre, el fuego nutrido de los cañones, ametralladoras y fusiles de las tropas del tirano anuncian el asalto sobre el Colegio San Lorenzo. Finalmente, el último bastión rebelde cae en manos del enemigo; allí y, en el edificio del Ayuntamiento, varios combatientes prisioneros fueron vilmente asesinados.

«En Cienfuegos, 39 revolucionarios pagaron con sus vidas el heroico intento de hacer realidad el Programa del Moncada y los derechos ciudadanos recogidos en la Constitución de 1940. Otros cinco miembros del M-26-7 en La Habana, y tres en Santa Clara, murieron luchando durante el fallido intento de levantamiento nacional».

nyr/Granma


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