Para el movimiento deportivo sus instalaciones son claves, pues en ellas se expresa, desde los procesos de aprendizaje, pasando por los de preparación de cara a la competencia, hasta el desarrollo de estas. En el orden social son aún más importantes, porque se convierten en las casas de los aficionados, entiéndase de un pueblo de una vasta cultura atlética.
Bastaría con ese último encargo para comprender las razones por la cuales, no más el huracán Ian dejó de soplar sus vientos, las autoridades de este sector, en la base y en la nación, emprendieron las evaluaciones y pusieron sus brazos a la obra de recuperar lo dañado.
Omar Venega Echemendía, vicepresidente del Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación, compartió con Granma la evaluación de lo sucedido en los estadios 26 de Julio, de Artemisa, y Capitán San Luis, de Pinar del Río, severamente impactados por el organismo ciclónico.
«Ambos sufrieron daños estructurales. En el recinto pinareño la furia de los vientos causó el derribo de tres torres del alumbrado, en el área de los jardines, y una de ella dañó la pizarra electrónica, estrenada en la pasada Serie Nacional. En el artemiseño colapsaron otras dos y afectaron los graderíos. Allí mismo lo más dañado fue el Centro Provincial de Medicina Deportiva, debajo del lateral izquierdo de las tribunas», afirmó el Vicepresidente del Inder.
Sobre la ocurrencia de sucesos similares en esos mismos estadios, detalló que «todo parece indicar que, en el caso del 26 de Julio, las nuevas estructuras presentan dificultades en los elementos que le permiten tener mayor fortaleza. Al respecto, los especialistas del Ministerio de la Construcción han decidido la realización de un estudio para determinar las causas y buscar soluciones resistentes».
Tal postura es coherente con la exigencia de la dirección del país de que cada proceso de recuperación cuente con un carácter holístico para dar repuestas integrales, y que, además, responda a una máxima de Fidel «de recuperar no solo lo perdido, sino superarlo», acotó Venegas.
Dijo que se trabaja intensamente para no perjudicar el calendario de la próxima Liga Élite de Beisbol (comenzará el próximo día 8). El compromiso es dejar listos esos estadios para ese importante torneo. «Pero sí analizamos variantes en aras de no interferir la calidad de la preparación del equipo Tabacaleros, cuya sede es el Capitán San Luis».
Acerca del parque vueltabajero, su director, Luis Orestes Pozo, expresó que el estadio se recuperará para la Liga Élite, si bien la continuidad de la preparación del equipo se hará en otra sede. El principal problema es la pizarra, pendiente de un estudio en busca de una solución. El terreno no tuvo daños y, aunque la recuperación depende de recursos, pasa por la voluntad de los pinareños, y esa está».
Se refirió a que la Escuela Nacional de Remo y Canotaje, José Smith Comas, tuvo ligeras afectaciones que no le impiden continuar el proceso docente–deportivo; mientras que el Complejo de Piscinas Baraguá tiene incidencias en las cubiertas, que serán recuperadas la próxima semana, sin afectar los entrenamientos. «Al propio tiempo, en la Escuela Nacional de Pelota Vasca se buscan soluciones a algunos problemas específicos de la práctica de este deporte», puntualizó.
Destacó la amplia participación de los trabajadores de las instalaciones en la recuperación, bajo el concepto expresado por el Primer Secretario del Partido y Presidente de la Republica, Miguel Díaz-Canel, de que todos, en los barrios y en los centros de trabajo, laboren unidos con ese propósito. «En el rescate de nuestras áreas hemos contado con los atletas y las glorias deportivas, en aras de la belleza y la calidad de cada escenario», aseguró.
odh/Granma
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