El jurado del Premio Iberoamericano de Cuento Julio Cortázar distinguió en Cuba a profesionales de la región y reconoció la alta calidad literaria predominante en los materiales presentados, un total de mil 98 procedentes de 28 países.
El comité decisor conformado por Oliverio Coelho, de Argentina, y María Elena Llana y Abel Prieto, de la mayor de las Antillas, distinguió a la obra Mangos, de la escritora y periodista colombiana Laura Restrepo, por exponer de modo magistral la violencia y crueldad que marcan trágicamente el área.
De acuerdo con el acta, en esta oportunidad el jurado otorgó un número mayor de menciones respecto a años anteriores, entre ellas, a las piezas literarias Amamos tanto a Memé, de la argentina Natalia Milocco, y Anatomía de la tempestad, del cubano Rubén Rodríguez.
Otras propuestas reconocidas son Aquella mujer belga, de la argentina María Marta Ochoa; El retorno del pájaro gato, del cubano Ricardo Alberto Pérez; Hombre basura, del colombiano Wilfrido Pabón y La chica del tatuaje del dragón, del escritor de la nación caribeña Raúl Flores Iriarte.
La lista incluyó además a Los cuervos vuelan al amanecer, del cubano Emerio Medina; Tradiciones de Navidad, del colombiano Miguel Castillo Fuentes; así como, Y te llaman mataperros, del español Miguel Ángel González, seleccionados por su imaginación, creatividad y manejo del lenguaje.
De manera excepcional, entregaron un Premio de Honor al gran pintor y escultor argentino Julio Le Parc, pues su cuento El Vizcacha los sorprendió gratamente, y la Primera Mención al relato El dique, de Matías Dalvarade, también de la nación suramericana.
Las instituciones convocantes a este lauro, con una frecuencia anual, son el Instituto Cubano del Libro, Casa de las Américas y la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac), con la colaboración del Ministerio de Cultura de la Nación Argentina y la Fundación ALIA.
nyr/PL
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